La elaboración de las cuentas anuales a cualquier administración, empresa o entidad es una tarea compleja y pesada que, a menudo resulta difícil de entender a quien sufre los aciertos o las equivocaciones de quien ha tenido que elaborar el presupuesto en cuestión. Desde la Generalitat, y unas semanas después de la aprobación de las cuentas públicas del 2023, han querido hacer más comprensible el proceso mediante una aplicación, el Simulador del presupuesto de la Generalitat. que toma como referencia los importes aprobados en los presupuestos del 2023 y permite que los usuarios modifiquen ingresos y gastos para diseñar su "presupuesto ideal".

Dos finalidades
La finalidad del simulador es, por una parte, permitir que la ciudadanía se familiarice con el procedimiento de elaboración de los presupuestos y, de otra, explicar los conceptos más relevantes del presupuesto por medio de definiciones y del acceso a los materiales divulgativos elaborados por el Departamento de Economía y Hacienda.
Tres bloques
El simulador se estructura en tres bloques: ingresos, límites y gastos.
Ingresos: en este bloque, se puede actuar sobre los ingresos presupuestarios, pero hace falta tener en cuenta que la Generalitat no tiene capacidad normativa para influir sobre los principales impuestos (como el IVA o el tramo estatal del IRPF), ni tampoco puede modificar las transferencias que le llegan del Estado y de la UE. Sí que tarro, en cambio, subir o bajar los tributos propios y cedidos a la Generalitat.
Límites: aquí se comprueba como las reglas fiscales que afectan al déficit autorizado, la capacidad de endeudamiento y el crecimiento del gasto limitan sus recursos disponibles y, por lo tanto, su capacidad de gasto. En este apartado puede tomar decisiones sobre la composición global del gasto, y puede escoger la distribución de los recursos entre los gastos corrientes y las de capital.
Gastos: el simulador permite revisar al alza o a la baja la dotación de un centenar de programas de gasto, que van desde la atención primaria de salud a la protección del patrimonio cultural, la formación del personal, el apoyo a las familias o el transporte público de viajeros. En este bloque, los gastos se dividen en gastos corrientes (las necesarias para la prestación ordinaria de servicios) y los gastos de capital (inversiones).