El Ejército de Estados Unidos ha dado un verdadero paso adelante con el desarrollo del misil de corto alcance de próxima generación (Next-Generation Short-Range Interceptor, NGSRI). La realización de un test en el que se ha puesto a prueba las características del nuevo cohete de combustible sólido ha sido todo un éxito. Esta tecnología ha sido desarrollada por parte de las empresas de defensa Raytheon y Northrop Grumman, dos contratistas muy conocidos dentro del U.S. Army. En total, se llevaron a cabo cuatro pruebas con motores de cohete del tipo Highly Loaded Grain (HLG), una tecnología de propulsión sólida avanzada que promete mejorar sustancialmente el rendimiento de los misiles frente a amenazas aéreas modernas.

En concreto, el motor HLG, basado en un combustible más densa que los motores convencionales, proporciona una mayor duración de combustión y una salida de energía más potente. Esto se traduce en un mayor alcance y mejor desempeño para el misil NGSRI de Raytheon, haciéndolo superior a otros tipos de misiles existentes en términos de velocidad y eficacia contra amenazas aéreas. Las pruebas incluyeron tres disparos estáticos en diferentes entornos y una exitosa demostración balística en vuelo. Como se ha podido saber gracias al medio especializado RTCX, ya se están anticipando más pruebas para los próximos meses.

Estados Unidos trabaja duro para intentar tener su nuevo misil antiaéreo de corto alcance muy pronto

Volviendo al nuevo motor y misil, una de las ventajas más destacadas del NGSRI es su capacidad de lanzamiento flexible, ya que puede ser disparado desde un trípode, un vehículo o incluso desde el hombro, adaptándose a distintos escenarios de combate. Tom Laliberty, presidente de Sistemas de Defensa Terrestre y Aérea en Raytheon, destacó que estas pruebas “validan su capacidad para desarrollar rápidamente capacidades de defensa aérea transformadoras, capaces de enfrentar una variedad de amenazas aéreas a distancias superiores a las de los sistemas actuales”.

El desarrollo acelerado de esta tecnología ha sido posible gracias a la colaboración entre Raytheon y Northrop Grumman, específicamente se ha llevado a cabo en el laboratorio de balística Allegany de esta última, en Virginia Occidental. Allí se logró pasar de un concepto inicial a una primera prueba de vuelo en un tiempo récord de menos de seis meses. Por otro lado, Frank DeMauro, vicepresidente de Sistemas de Armas de Northrop Grumman, señaló que “este motor HLG ofrece mayor velocidad, alcance y flexibilidad en una solución compacta, reflejando un importante avance en tecnología de propulsión”.

La base de diseño del NGSRI se sustenta en más de 60 años de experiencia en defensa aérea y se presenta como el misil portátil de defensa aérea más avanzado del mundo para el Ejército y el Cuerpo de Marines de Estados Unidos. Gracias a un diseño modular del sistema y a procesos de manufactura automatizados, se ha logrado acelerar el desarrollo y la producción. Lo que al final también tendrá un impacto en los costes de fabricación, un punto muy importante para cualquier tipo de sistema de armas.

En definitiva, el NGSRI forma parte de un espectro más amplio de tecnologías de propulsión avanzadas que están siendo exploradas para mejorar el rendimiento de misiles de corto alcance. Entre ellas se incluyen los motores con combustibles sólidos de impulsos múltiples, que alternan fases de impulso y planeo para extender el alcance. Además, la modificación de las propiedades aerodinámicas del sistema puede también contribuir a su desempeño mejorado. En conjunto, el proyecto NGSRI representa un avance clave hacia una defensa aérea más ágil, potente y adaptable que busca contrarrestar las amenazas que se presentan en la forma de China y Rusia, dos países competidores directos de Norteamérica y que buscan ampliar su dominio militar.