Son dos empresas estadounidenses denominadas Captura Corp y Alta Sea y tienen, según explican ellas mismas, la solución definitiva para luchas contra el cambio climático: una isla artificial capaz de capturar hasta 100 toneladas de dióxido de carbono anuales que, además, produce energía limpia.

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Frente a Los Ángeles

La isla se situará en la cosa de California, frente a Los Ángeles y pretende utilizar, explican ambas compañías, “la capacidad natural del océano como sumidero de carbono para eliminar el CO2 atmosférico”. El sistema funcionará con energías renovables, ya que la isla estará rodeada de paneles solares y turbinas eólicas offshore y, si se producen excedentes de energía, está se podrá comercializar. El CO2 se elimina mediante electrodiálisis, un sistema que captura el CO2 presente en el agua de mar y lo convierte en un fluido que se puede capturar. El agua libre de CO2 que se ha captado se devuelve al mar una vez tratada y llega a él con una diferencia: ahora tiene la capacidad de absorber la misma cantidad de CO2 que se ha retirado de ella. 

Sin subproductos

El proceso no genera subproductos y es, según las empresas promotoras “altamente escalable y rentable” y tiene la ventaja de no agregar nada al océano. Existe, de hecho, una planta piloto situada frente a Newport Beach, en California, que funciona desde agosto de 2022. En Europa, Holanda plantea también la construcción de una isla artificial dedicada, en este caso, a la producción de electricidad e hidrógeno verde.