En España se diseña un arma para abatir decenas de drones en segundos. La compañía madrileña de tecnología militar Escribano ha probado un nuevo sistema anti-drones que logra derribarlos a una distancia de hasta 600 metros.
Es que los drones se han convertido en una gran herramienta en el ámbito militar, pero también es una pesadilla para las fuerzas armadas. Ya que buscan conseguir el poder combatirlas antes de que estos lleguen a su objetivo.
Antidrones
¿De qué se trata esta nueva arma para abatir decenas de drones en segundos?
En España, los drones o aeronaves no tripuladas ya prestan un servicio dentro del ejército, cumplen varios roles. Por lo que esto les ha dejado claro a las compañías militares que es necesario crear medidas que sean capaces de destruir los drones enemigos.
Es que los drones han dejado de ser solo armas de los ejércitos más avanzados y ya hay carteles de drogas y grupos terroristas que los usan para sus fines.
De ahí que en España se hayan comenzado pruebas para evaluar varios sistemas anti-drones para poder utilizarlos en sus filas al momento de defenderse. Han recurrido a una prueba a gran escala en un campo de pruebas llamado Médano del Loro.
Donde participaron varios grupos como el mando de artillería antiaérea y varias compañías que lograron probar sistemas de los que obtuvieron buenos resultados.
Una torreta para abatir drones
Uno de estos son las granadas de Nammo, las cuales son capaces de crear un cono de metralla de varios metros cuadrados. Lo que las hacen el arma perfecta para poder abatir a enemigos rápidos y con muy poca protección.
Por lo que están diseñadas para poder eliminar drones de pequeño tamaño de ala móvil, evitando que estos puedan ejercer alguna acción.
En estas se programan la detonación y la liberación de la metralla se lleva a cabo debido a los sensores que lleva integrado el Guardian 2.0.
Los datos de accionamiento se transmiten mediante una antena situada cerca del cañón y recibe la información de la misma granada gracias a un sistema que lleva implementado a bordo.
La eficacia de esta nueva arma es situada entre los 60 y 600 metros en los que puede derribar un dron. La activación es a tal distancia para evitar ser alcanzado por metrallas del arma o que caigan pedazos del mismo dron destruido.