Renault quiere entrar de lleno en el sector de la robótica industrial y lo ha hecho sobre dos piernas y sin cabeza. El grupo automovilístico francés ha cerrado una inversión minoritaria en la empresa Wandercraft, una startup gala que lidera el desarrollo de exoesqueletos autónomos y equilibrados por inteligencia artificial. No se trata de una apuesta puntual ni de una simple nota de innovación para quedar bien con sus accionistas, sino todo un acuerdo, que marca el inicio de una colaboración estratégica para crear una familia de robots móviles que podrían redefinir las cadenas de montaje.

La alianza de Renault con Wandercraft

La historia de Wandercraft comenzó con un objetivo muy humano: permitir que personas con movilidad reducida pudieran volver a caminar gracias a exoesqueletos médicos autoestables. Pero ahora, esa misma tecnología, afinada en hospitales y salas de rehabilitación, salta al terreno industrial con una ambición clara: automatizar tareas repetitivas, pesadas o físicamente exigentes en las fábricas, empezando por las del propio grupo Renault.

Calvin 40  tendrá la capacidad de moverse con agilidad por el entorno de trabajo y colaborará codo a codo con los operarios, descargando sobre sí tareas poco ergonómicas o prolongadas. La promesa de Wandercraft no es solo cuidar mejor a los trabajadores, sino también acortar tiempos de producción y reducir costes. 

Este es Calvin-40

Thierry Charvet, responsable de Industria y Calidad en Renault, habla acerca de la alianza con Wandercraft en un reciente comunicado, asegurando que es “nos permitirá acelerar la automatización y desarrollar robots para nuestro uso industrial automotriz específico, lo que nos dará la oportunidad de concentrar a nuestra gente en tareas de mayor valor agregado y aliviar a los operadores de tareas dolorosas y no ergonómicas”. 

Matthieu Masselin, CEO de Wandercraft, por su parte, expone las bondades de la alianza con Renault, destacando que "esta colaboración impulsará nuestra capacidad para desarrollar y escalar robótica de alto impacto y bajo coste que mejore la vida cotidiana de las personas, ya sea ayudando a personas con discapacidad a caminar o apoyando a trabajadores industriales mediante la automatización, en la fábrica, en clínicas y en casa". 

Y la alianza con el grupo francés no solo repercutirá en sus fábricas, sino que será todo una bendición para Wandercraft, dado que podrán impulsar el lanzamiento de Eve, su nuevo exoesqueleto para personas. Con esta inversión, además, Renault se posiciona en la carrera de la robótica funcional. Calvin 40, desarrollado en 40 días, no será un robot más. Será el símbolo de la unión del mundo de la movilidad asistida y la movilidad industrial, en un entorno automatizado, pero también humano.