Las conferencias telemáticas han puesto de moda durante el confinamiento por el coronavirus la aplicación Zoom. Este sistema, similar al Skype, permite hacer videconferències y es una de las herramientas preferidas en reuniones de equipos de gobierno de todo el mundo, comités de empresa, entre otros. La fama podría girarse en contra. El mismo gobierno de Merkel en Alemania ha anunciado que restringe el uso de esta aplicación por los problemas de seguridad que presenta.

El ministerio de Asuntos Exteriores alemán ha informado a sus empleados de las debilidades en la protección de datos y de los "graves problemas de seguridad". Uno de los principales puntos negativos es el fenómeno denominado 'zoombombing' por el cual, los piratas entran a través de las cámaras de vídeo y se apoderan del control de las pantallas compartidas y del contenido posterior a que se genera.

Desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad español, INCIBE, también se ha avisado de la "vulnerabilidad de Zoom, sobre todo por los usuarios de Windows que puede permitir en los ciberdelincuentes robar información confidencial y ejecutar archivos en el dispositivo de la víctima". En este caso, se recomienda actualizar la última versión de Zoom.

Pero eso no es todo. La fiscal general de Nueva York, Letitia James, ha abierto una investigación judicial contra Zoom ya que considera que "es una empresa que no tiene en cuenta la privacidad de la gente. Aunque es difícil corroborarlo, está vendiendo los datos". El diario The New York Times va más allá y asegura que la aplicación une, cuando un usuario inicia la sesión, su perfil con lo que tiene en Linkedin, aunque se haga a través de un seudónimo.