Lo indicaba estos días el director del Centro Criptológico Nacional (CCN), Javier Candau: el organismo que lidera quiere un ciberescudo para las administraciones públicas toda España y quiere inspirarse en el que está desarrollando la Junta de Andalucía a través de su Agencia Digital y junto a la malagueña Fundación Ricardo Valle de Innovación y la Universidad de Málaga. El sistema permite crear una capa de filtrado que rechaza de manera automática la conexión a cualquier dominio de Internet que se considere malicioso.

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Proyecto piloto

El escudo digital andaluz es hoy un proyecto piloto denominado Alba que contempla crear un servicio DNS de acceso público con filtrado para cualquier sistema con acceso a Internet. Su arquitectura le permite bloquear intentos de estafa y protege a cualquier dispositivo capaz de conectarse a la red. Cuando el despliegue en Andalucía se complete, el CCN desarrollará otro similar para toda España: “la Agencia Digital de Andalucía nos va a proporcionar ese tráfico necesario para poder aprender en este piloto. ¿Qué queremos con este DNS de la administración? Hacer una primera capa de protección y además detectar organismos infectados cuando incorporemos inteligencia de mando y control”, explica Candau,

¿Qué es?

El ciberescudo utiliza los nombres de dominio o DNS, que son convertidos en direcciones IP para que los navegadores puedan acceder a la información contenida en cada dominio. Cada dispositivo conectado a Internet tiene una dirección IP única que otros equipos pueden usar para encontrarlo y los servidores DNS suprimen la necesidad de que los usuarios memoricen direcciones IP. En ese DNS se puede incorporar una capa de filtrado que impida que los sistemas que lo usen puedan visitar direcciones maliciosas. Y aunque este sistema se ofrece ya para webs comerciales, todavía no se ha implementado en las administraciones. Ahora, en Málaga, han encontrado la forma de hacerlo.