Ni metal ni plástico: de cartón. Así son los nuevos drones que la australiana Sypaq Systems acaba de desarrollar. El objetivo no es otro que abaratar al máximo estas aeronaves no tripuladas tan habituales para usos agrícolas, control de seguridad y, también, menesteres menos pacíficos como estamos viendo en Ucrania.

corvo
 

Y, sí, también tendrán uso militar

El dron que nos ocupa se denomina Corvo Precision Payload Delivery System (PPDS) y ha sido desarrollado atendiendo a un encargo del Ministerio de Defensa australiano. Los drones de cartón servirán, de momento, para entregar “suministros y equipos en zonas bélicas”, pero a nadie se le escapa que, igual que pueden utilizarse para llevar vendas y mercromina hasta primera línea, pueden perfectamente servir para llevar bombas. De hecho, llevar bombas con estos drones sería lo más inteligente porque, al ser de cartón, la inversión sería mínima y a nadie le importaría una higa ver como el dron, tras completar una misión suicida, acaba destruido.

Hasta 120 kilómetros de autonomía

El Ejército australiano financia el proyecto con 1,1 millones de dólares del Centro de Innovación de Defensa y el resultado es todo un éxito: un avión de cartón plano que, una vez desplegado, puede volar hasta 120 kilómetros. Para evitar problemas, los drones de cartón incluyen también cera y gomas elásticas que los hacen más sólidos y un sistema de guiaje para que el operador lo controle. El Ejército ucraniano ha pedido ya unos cuantos y a los hermanos Wright, estén donde estén, seguro que le encantaría ver despegar a estos singulares aviones.