Hace 6 años el vuelo 370 de Malaysia Airlines salía de Kuala Lumpur con destino Pekín. Cuando llevaba poco más de una hora de vuelo, los controladores aéreo le perdieron la pista, sin que la tripulación hubieran anunciado ningún problema técnico ni ninguna incidencia con el vuelo. A partir de este momento no se sabe nada seguro sobre el avión. Durante meses se llevaron a cabo costosas tareas de búsqueda, con los medios más sofisticados, en un amplio radio, pero la tarea era ingente y no tuvo resultados concluyentes. 6 años después, nadie sabe nada seguro de lo que pasó con los 227 pasajeros y los 12 tripulantes.

Los investigadores inicialmente concluyeron que los aparatos de vuelo habían sido manipulados intencionadamente y que alguien quiso ocultar la marcha del avión. Se sospechaba que el avión se desvió de su ruta y que voló más de siete horas sin hacerse visible. La última posición donde los sistemas electrónicos detectaron el vuelo fue al Oeste de Perth, cerca de Australia, en dirección contraria a Pekín. Había pasado por allí algunas horas después de su desaparición (pero el rastro sólo se detectó días más tarde).

En un primer momento se creyó que alguien había desviado el avión, para secuestrar a los pasajeros o para apropiarse del avión. Más adelante circuló la pista terrorista (se decía que alguna organización yihadista quería el avión para usarlo como mísil, como se hizo el 11-S). Y nadie descartaba la posibilidad de que el piloto hubiera decidido suicidarse. No se aportaron pruebas concluyentes de ninguna de ellas, y la hipótesis terrorista fue desvaneciéndose.

Casi tres semanas después de la desaparición se encontraron los primeros restos del aparato, en el océano Índico. Más tarde, han vuelto a aparecer restos del avión en Reunión, Mauricio, Madagascar y la costa africana de Mozambique y Tanzania. Pero no se ha conseguido saber en qué punto del Océano Índico se estrelló el avión ni porque se desvió de su ruta.

Algunos investigadores sospechan que se habría podido incendiar un cargamento de 2.450 kg de pilas de litio altamente inflamables, lo que explicaría la pérdida de la comunicación y también que los pilotos y pasajeros se quedaran sin oxígeno. También hay quien opina que el problema habría sido provocado por una despresurización que habría dejado a todos los ocupantes del vuelo inconscientes; esto explicaría que el avión hubiera seguido volando con piloto automático hasta el agotamiento del carburante. Pero también hay expertos que consideran que el avión fue desviado voluntariamente por algún miembro de la tripulación, sea para conducirlo a algún punto indeterminado o con el fin de suicidarse. Pero la investigación oficial malaya descartó estas teorías y apostó por una despresurización de la cabina que habría provocado el desmayo de los ocupantes del vuelo. A pesar de todo, una investigación francesa más tardía apuntaba que el piloto habría estado al mando del avión hasta el momento de estrellarse.

Seis años después del crash, sigue sin saberse nada de lo que pasó realmente con el vuelo 370 de Malaysia Airlines.