Tres hombres que se habían quedado parapléjicos al sufrir un accidente de moto han podido volver a andar gracias a un dispositivo electrónico que se les ha implantado en la columna vertebral en el hospital Universitario de Lausana (Suiza). Los tres pacientes de 29, 32 y 41 años, pudieron levantarse y mantenerse de pie desde el mismo día de la intervención. Eso les ha permitido iniciar de una forma inmediata un programa de fisioterapia y rehabilitación para aprender a controlar sus movimientos con autonomía propia.

Tres meses después de tratamiento, los tres ya son capaces de andar, nadar y pedalear. Además, han recuperado el control de la musculatura del tronco, eso les ha permitido mejorar su independencia para participar en actividades recreativas como remar con kayak o estar de pie en una terraza de un restaurante. Sin embargo, casi no han recuperado el tacto, ya que el implante de electrodos está diseñado para enviar instrucciones a los músculos de las piernas, pero no para transmitir información desde las piernas al cerebro.

Esta técnica, que utiliza "paletas de electrodos" diseñadas específicamente para lesiones de médula, ha sido desarrollada por un equipo suizo de investigadores, que forma parte de un ensayo clínico aún en curso y que demuestra que los tratamientos de estimulación especialmente diseñados para cada paciente, en lugar de otros más generales, resultan en "una eficacia superior y actividades motoras más diversas" incluso en las lesiones medulares más graves. El tratamiento ha sido desarrollado por el equipo científico Grégorie Courtine y la neurocirujana Jocelyn Bloch en la Escuela Politécnica Federal de Lausana y el Hospital Universitario de la ciudad. Se trata del primer tratamiento por lesiones medulares creado con la perspectiva de que se pueda ofrecer a otros pacientes de otros hospitales y de otros países.

Según publica este lunes la revista Nature Medicine, Grégoire Courtine y Jocelyne Bloch, responsables del experimento, constatan que la estimulación eléctrica de la médula espinal es actualmente una opción terapéutica prometedora para restaurar la función motora en personas con lesión medular. A la vez, advierten que hasta ahora, se han empleado sobre todo terapias de estímulo eléctrico continuo mediante el uso de neurotecnologías "adaptadas", que fueron diseñadas originalmente para tratar el dolor. El neurocientífico Courtine ha detallado que los nuevos implantes blandos que colocaron bajo las vértebras en contacto con la médula espinal "son capaces de modular las neuronas que regulan la actividad de grupos musculares precisos". "De esta manera -añadió- podemos activar la médula como lo haría naturalmente el cerebro para estar de pie, caminar, hacer bicicleta o nadar".

Colocación estratégica 


Concretamente, el equipo de científicos ha diseñado una nueva paleta de electrodos que llega a todos los nervios asociados con los movimientos de las piernas y el tronco, que probaron en tres voluntarios, todos varones, de entre 29 y 41 años. Además, se ha combinado esta tecnología con "un marco computacional personalizado, que permitió posicionar con precisión la paleta de electrodos para cada uno de los pacientes y personalizar los programas de estimulación de la actividad", explican.

La clave para que los pacientes hayan podido recupera su capacidad de caminar o pedalear tan rápidamente  ha sido "insertar un implante más largo y ancho, con electrodos colocados de manera a hacerlos corresponder de forma precisa con las raíces nerviosas de la médula espinal que nos permiten acceder a las neuronas que controlan los músculos". Así lo detalló Bloch en una conferencia de prensa para explicar los resultados de este avance. 

Caminador con control remoto


Uno de los primeros en recibir este implante fue el paciente Michel Roccati, un italiano que hace cuatro años tuvo un accidente de moto y quedó completamente parapléjico, pero que ahora puede levantarse y caminar con un andador en el que tiene insertados dos pequeños controles remotos.  Una tablet envía las órdenes de estimulación a un marcapaso situado en el abdomen de Michel y desde el cual se transmiten los estímulos al implante medular para que Michel se levante.

En un vídeo facilitado por el EPFL se ve al paciente mostrando cómo funciona este sistema: una presión sobre el botón del lado derecho de su andador más su voluntad de activar sus músculos hacen posible que su pierna izquierda se flexione y luego se pose unos centímetros más adelante. Al activar el botón de la izquierda es la pierna derecha la que a su turno da un paso y así empieza a caminar.