El conseller de Interior, Joaquim Forn, y la directora del Servei Català de Trànsit (SCT), Eugenia Doménech, han propuesto este martes, para reducir la siniestralidad de las motocicletas, que para sacarse el carné sea obligatorio pasar por la autoescuela para recibir clases y hacer prácticas obligatorias, así como tasa 0 de alcohol para motoristas, tras duplicarse la mortalidad de este colectivo en las carreteras catalanas.

Tras una reunión del Grupo de Trabajo de motoristas en la Conselleria de Interior, han hecho público un análisis de los 28 accidentes mortales de motos ocurridos este 2017 en las carreteras catalanas, con 29 muertes, que suponen casi el doble de los del mismo periodo del 2016, cuando hubo 15 fallecidos.

Según este estudio, de estos 28 accidentes, el 32,5% fueron colisiones frontales y en diez casos el motorista iba solo, lo que supone el 36%, además de que el factor fundamental en el 68% de los accidentes fue el propio motorista (19 accidentes).

Doménech ha explicado que, de estos 19 accidentes, en 11 casos hubo un exceso de velocidad y más de un 60% eran motoristas de una cilindrada de 500 centímetros cúbicos, además de añadir que, del total de accidentes mortales, en un 60% de casos la media de edad de los fallecidos fue de entre 35 y 59 años.

La directora ha explicado que a través de los cursos voluntarios 3.0 que imparte Trànsit a los motoristas, han detectado que los errores más habituales son falta de técnica de frenada y del control y trayectoria en las curvas.

Forn ha puntualizado que "una cosa es sacarse el carné y otra tener capacidad para llevar una moto", por lo que también proponen incrementar la formación de los motoristas una vez obtienen el carné, de forma voluntaria, en la línea de los cursos 3.0 que ya se realizan.

El conseller ha explicado que en cifras globales han muerto en Catalunya en accidente de tráfico en las carreteras 84 personas, cuando en 2016 llevaban 86, pero ha lamentado que uno de cada tres muertos sean motoristas.

Por eso, al constatar que casi se han duplicado los muertos entre este colectivo, desde la Conselleria quieren tomar medidas para reducir la mortalidad, y han hecho estas propuestas aprovechando que la Dirección General de Tráfico (DGT) quiere revisar la Ley de Tráfico.

Curvas peligrosas

Otra constatación del estudio ha sido que de los 28 accidentes, 11 fueron en curvas no pronunciadas, que no están señalizadas como peligrosas pero en las que el motorista pudo perder el control, por lo que proponen detectar y señalizar estas curvas como peligrosas para este colectivo.

La directora ha apuntado que este aumento de la siniestralidad en las motos se da en un contexto de aumento de la movilidad en general de un 4% en días laborales y 5% en festivos, además de que este año ha llovido menos que otros años, lo que suele incentivar las salidas en moto.