Oficialmente, los Mossos d'Esquadra no dan por jubilado el camión de agua que se utilizó por primera vez durante las manifestaciones de Urquinaona de 2019, pero no está previsto que se vuelva a utilizar nunca más. Por ahora, aunque ha pasado, según ha podido saber ElNacional.cat, la ITV prevista, los mandos de la Brigada Móvil, la unidad antidisturbios de los Mossos que deberían utilizarlo, no quieren oír hablar de ello.
Este martes, volviendo de pasar esta revisión, la Mercedes Benz RCU-3500 preparada con un cañón de agua, pensada para hacer frente a graves disturbios, dejó de funcionar y tuvo que ser remolcada por una grúa. Se desconoce la afectación de la avería, pero no es la primera vez que se tiene que sacar de Egara, los cuarteles generales de los Mossos, por algún tipo de gestión o exhibición y deja tirados a los policías, con la inseguridad que genera y la mala imagen que proyecta del cuerpo. Una furgoneta de la Brigada Móvil dio protección al vehículo, estacionado en el arcén de la C-58, hasta que una grúa para vehículos grandes la pudo retirar, bien entrada la tarde
Esta falta de fiabilidad mecánica —como mínimo dos veces se ha estropeado en los últimos meses—, sumada a la falta de capacidad de acción en lugares concretos de la ciudad de Barcelona por el volumen de la tanqueta y a la relativa paz social en las calles, si no en ausencia de graves altercados, hace que los mandos de la Brigada Móvil insten a dar de baja la tanqueta de agua. Por ahora, sin embargo, la escala superior no lo ve claro y, de momento, a pesar de estar estropeada y sin ninguna garantía, sigue formalmente activa como un recurso más de la policía catalana y de su unidad antidisturbios, la Brimo.

La no idoneidad de este cañón de agua policial y el temor a que, como este martes, se quede inmovilizado en algún tipo de dispositivo o despliegue policial hace que los jefes operativos de la Brimo hayan dado ya órdenes de no contar con este vehículo a la espera de que sea finalmente dado de baja cuando los cerebros de la policía catalana no encuentren ninguna otra excusa. Sea como sea, dicho sea de paso, el Unimog, como se le conoce internamente, o “ballena”, como fue también popularmente bautizado, solo se ha utilizado una vez. En contadas ocasiones ha sido planificado en algún dispositivo de orden público y solo fue el 18 de octubre de 2019, durante las protestas independentistas en la zona de la plaza de Urquinaona, que se utilizó
Comprada en 1994 en Israel
Tras horas de incidentes en la parte alta de la Via Laietana, con equipos de orden público de los Mossos d'Esquadra y de la Policía Nacional bajo el asedio de miles de manifestantes que querían bajar por la avenida en dirección a la Jefatura de la policía española, durante las protestas por la sentencia contra los políticos catalanes que lideraron el Primero de Octubre, los mandos policiales autorizaron romper las barricadas de fuego con el uso de esa tanqueta de agua. Aunque la llegada hasta el punto fue larga, cuando entró en acción en pocos minutos pudo abrir paso y permitir que las furgonetas de los antidisturbios de los Mossos pudieran recuperar, sentido montaña, la plaza de Urquinaona y oxigenar la presión contra los equipos de orden público de la UIP de la Policía Nacional, que, a pesar del uso de cientos de pelotas de goma —un recurso que los Mossos tienen restringido por acuerdo del Parlament—, no pudieron, durante horas, dispersar a los alborotadores concentrados en la plaza. La tanqueta, desde el 16 de octubre, estuvo en Barcelona, y fue el 18 cuando, desde la zona de mar, se hizo subir hasta la plaza de Urquinaona para realizar esta maniobra.
La tanqueta, que ahora ya consideran prejubilada, fue comprada por la Generalitat de Catalunya en el año 1994 a una empresa de Israel, Beit Alpha Technologies (BAT), y guardada durante años en las diferentes sedes policiales. Aquel año arrancó el despliegue policial por la comarca de Osona, donde ya fue sustituida la Policía Nacional en seguridad ciudadana y también en orden público. No fue hasta años después que el despliegue llegó a todo el país, asumiendo también la ciudad de Barcelona.
La Mercedes Benz RCU-3500, con matrícula CME-1001, tiene más de 30 años. No solo lo tendría complicado para entrar en una ZBE, también, como se ha demostrado, para poder llegar a Barcelona y ayudar a los equipos de la Brigada Móvil sin peligro de quedarse parada en plena manifestación. No consta tampoco que, hoy por hoy, la policía catalana tenga en estudio la compra de una nueva tanqueta más moderna —la misma empresa hebrea tiene modelos mucho más ágiles, por ejemplo—, y menos con la situación política actual, en la que el Govern del PSC necesita el apoyo de partidos de izquierda, como los Comuns y Esquerra, para aguantar la legislatura.
Material antidisturbios de los Mossos
La Brimo —y la ARRO, que también realiza servicios de orden público— dispone de herramientas para hacer frente a los disturbios violentos como, además de las defensas y los elementos de protección, como los cascos y los escudos, también lanzadoras de proyectiles de foam —últimamente han retirado uno de los proyectiles que tenía más alcance— y sprays de gas OC. Las dos herramientas, útiles en el cuerpo a cuerpo, pero poco prácticas para mantener a los manifestantes violentos a distancia, también son criticadas por los partidos de izquierda en el Parlament de Catalunya. Durante las manifestaciones que se hicieron en Barcelona el pasado mes de octubre a favor de Palestina, los Mossos hicieron uso no solo de las lanzadoras, también del gas OC, como mínimo en tres ocasiones: para frenar una columna de manifestantes que querían acceder a la ronda del Litoral, para detener el ataque al consulado de Israel en Barcelona y también para abrir paso a una comitiva de vehículos que trasladaban jugadores hebreos hacia Manresa. En este último caso, los partidos que apoyan al Govern cargaron contra el Departament d'Interior con diversas intervenciones en el Parlament de Catalunya.