Javier Moreno Barber (París, 1963) vuelve a dirigir desde este martes el diario El País tras haberlo hecho entre 2006 y 2014. Sustituirá a Soledad Gallego-Díaz, que ocupa ese cargo desde junio de 2018, cuando la editora Prisa la recuperó de la jubilación para relevar a Antonio Caño, en un momento complicado que acabó con reproches y la sustitución del resto del equipo directivo. Gallego-Díaz, que ahora tiene 69 años, se comprometió por dos años. Ha sido la primera mujer en dirigir el diario, en el que trabaja desde sus comienzos y del que ha sido corresponsal, subdirectora, directora adjunta y defensora del lector. La noticia fue adelantada por la agencia Efe.

Moreno asumió esa misma responsabilidad el 4 de mayo de 2006. Es Químico por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo de la Escuela UAM/El País. En el diario ha ejercido como redactor de de Economía, jefe de Redacción en la edición de México, coordinador de la edición latinoamericana, jefe de Economía, corresponsal, subdirector de la edición dominical y director adjunto.

Moreno arrancó su primer mandato con una reforma de gran alcance, culminada con el rediseño de octubre de 2007, cuando la prensa impresa aun era un gran negocio. Pronto, sin embargo, se enfrentaría a la Gran Recesión de 2008-2014, que marcaría su mandato, al arruinar el modelo de negocio de los diarios de papel. En medio del marasmo, El País dirigido por Moreno se apuntó algunos éxitos. Publicó los cables de las embajadas de EE.UU. filtrados por Wikileaks a un grupo de diarios, y también los "papeles de Bárcenas", que documentan los sobresueldos y la financiación ilegal del Partido Popular, cosa que desembocaría en diversas condenas contra el PP como la del caso Gürtel.

soledad gallego diaz - Europa Press

Soledad Gallego-Díaz

La trayectoria de Moreno está tocada por tres momentos menos halagüeños. El más notable es el ERE de noviembre del 2012, que supuso el despido de 129 periodistas, muchos de ellos primeras espadas en sus ámbitos informativos. Era un tercio de la redacción. El mismo diario, en dos páginas, atribuía la sangría a "la crisis y [el] radical cambio en el sector", y a los elevados salarios de los periodistas. No mencionaba, sin embargo, que el origen de la fragilidad financiera del grupo venía de 2007, cuando Prisa asumió un crédito de 1.950 millones de euros para financiar la OPA sobre su filial de tv Sogecable, de la cual ya tenía la mayoría. En años siguientes, la deuda se encaramaría a 5.000 millones y los bancos acreedores y fondos buitres pasarían a ser el mayor accionista del grupo en detrimento de la familia Polanco. El goteo de salidas siguió, tanto entre los periodistas como entre las firmas.

Dos meses después, el 24 de enero del 2013, El País pedía disculpas por abrir la portada con una foto del entonces presidente venezolano Hugo Chávez, intubado, con el título "El secreto de la enfermedad de Chávez". Les habían engañado: era falsa. El diario advirtió la pifia cuando ya había impreso buena parte de su edición.

Antes, el 18 de julio del 2011, El País pidió en un editorial la dimisión del presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. "Si de verdad [...] quiere rendir un último servicio a su país, debe hacerlo abandonando el poder cuanto antas y reconociendo la urgencia de que nuestro gobierno recupere la credibilidad perdida", decía. Era un capítulo más de la guerra entre El País y aquel gobierno, con momentos más o menos sangrantes, como cuando el diario publicó una caricatura de Zapatero al frente de una España que se hundía cercada por los tiburones "paro" y "déficit". Incluso The New York Times se hizo eco del asunto, sorprendido de que el diario, "viejo y sólido partidario del PSOE", se le opusiera tan frontalmente, y aludía "al enfrentamiento entre [...] Prisa, y un rival, Mediapro, sobre los derechos de televisión digital concedidos a este último por el gobierno de Zapatero". La guerra con Mediapro acabaría en 2019 con la última sentencia en favor de la productora dirigida por Jaume Roures y Tatxo Benet.

La madrileña Gallego-Díaz es una periodista muy respetada por su faceta de analista política. Destacó por sus informaciones y crónicas sobre el proceso democrático durante la Transición y publicó la primicia del primer borrador del texto constitucional. También ha destacado su defensa del papel de la mujer en la profesión periodística: además de crear la sección Mujeres en El País, secundó el manifiesto contra el machismo y la desigualdad en los medios de comunicación del movimiento Las Periodistas Paramos, surgido de las movilizaciones feministas del 8-M.