Segunda cita en el juzgado como investigado de agresión sexual. La titular del juzgado de instrucción número 5 de Badalona, la magistrada Maria Antonia Raedo, ha citado este jueves al periodista Saül Gordillo para que declare como investigado de un delito contra la libertad sexual de una segunda subordinada suya en el periódico digital Principal, en este caso por agresión sexual y sumisión química. En la denuncia, la redactora, que ya no trabaja en el periódico digital, expuso que Gordillo le habría ofrecido llevarla a casa en su coche después de la cena de Navidad, el 1 de diciembre pasado. Se fueron juntos de la discoteca Apolo de Barcelona, y la agresión habría pasado en los alrededores de la zona de las Tres Xemeneies de Sant Adrià de Besòs. La periodista ha sido citada tres horas antes en el juzgado para que ratifique su denuncia, en la cual asegura que se encontraba mal, que no recuerda todo lo que pasó y que al día siguiente fue a un centro médico, y le hicieron analíticas. El resultado de las pruebas, aportadas al juzgado, indican que tenía restos de diazepan, un ansiolítico, que mezclado con alcohol puede provocar el estado inconsciente que ella relata en la denuncia, según fuentes conocedoras del caso. Por eso, denuncia que sufrió la agresión sexual en un estado vulnerable, bajo los efectos de sumisión química, aunque no puede atribuirlo a Gordillo.

Esta segunda denuncia no se investiga conjuntamente con la primera denuncia de agresión sexual por parte de otra redactora del Principal, porque unos hechos pasaron a caballo entre Sant Adrià y Badalona, mientras la primera acción pasó unas horas antes, en Barcelona, en la discoteca Apolo. Las dos acciones pasaron el mismo día, el 1 de diciembre pasado, y durante la celebración de Navidad por parte de los trabajadores del periódico digital y su director, que fue destituido por estas denuncias por la empresa, que pertenece al grupo 8TV. Las denuncias se presentaron seguidas a los Mossos de Esquadra, casi un mes después de los hechos.

Declaraciones opuestas

El 26 de enero pasado, Saül Gordillo fue interrogado por el titular del juzgado de instrucción 6 de Barcelona, el magistrado Miguel Ángel Tabares, por la primera denuncia de agresión sexual, y aseguró que fueron unos "tocamientos consentidos", mientras que la redactora del Principal manifestó que lo vivió como una agresión a su libertad sexual. "En las imágenes se ve una escena lúdica, divertida, donde personas adultas están interactuando en una situación absolutamente ajena al Código Penal. ¿Hay algún tocamiento de carácter sexual no consentido? En absoluto", afirmó el abogado de Gordillo, Carles Monguilod, al salir de la declaración del juzgado. Por su parte, el exdirector de Catalunya Ràdio y de la ACN atribuyó las dos denuncias a una persecución personal, y haber sufrido "un juicio paralelo".

Valoración de los vídeos

El abogado de Gordillo también anunció que encargaría una pericial psicológica para aclarar, a través del visionado de los vídeos de la sala de fiestas de aquella noche, si realmente el estado de la redactora era de choque o no, como ella declaró. Se desconoce si ya se ha aportado al juzgado. En el interrogatorio judicial, a la denunciante y a Gordillo, no se visionaron las imágenes. Para los abogados de las dos partes, son imágenes "nítidas", pero con significado diferente.

En el caso de la segunda denuncia, la Unidad Central de Agresiones Sexuales de los Mossos (UCAS), responsable de la investigación —ahora tutelada judicialmente—, también ha incorporado vídeos de las cámaras de la discoteca Apolo, donde se ve a Gordillo y la segunda redactora. Además, se han incorporado imágenes de la entrada del edificio de la chica, donde incluso la policía en el atestado hace una valoración de su estado, supuestamente, correcto.