El fotoperiodista Joan Gálvez interpondrá una querella para que se investigue el disparo de un proyectil de foam de los Mossos que recibió en el brazo durante las manifestaciones propalestinas del 15 de octubre, según ha informado Irídia este martes. El fotoperiodista recibió el impacto del proyectil mientras hacía su trabajo y en un momento en que no se estaba produciendo ningún disturbio ni acto violento, según explica Irídia, que hace hincapié en el hecho de que Joan Gálvez se encontraba "claramente identificado" como periodista y que el disparo, que se efectuó en el brazo, se hizo "de manera totalmente injustificada". La unidad de Asuntos Internos de los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación sobre estos hechos, según ha adelantado el diario Ara y han confirmado a ACN fuentes policiales.
El abogado de Irídia, Ton Mansilla, considera que se produjo un "disparo antirreglamentario" contra un profesional de la información que estaba haciendo su trabajo, y por eso habla de hechos "especialmente graves". El protocolo de utilización de los proyectiles de foam recoge que se debe apuntar del abdomen hacia abajo y prevé que en ningún caso se podrá disparar a la cabeza o al cuello de la persona. Desde Irídia insisten en que el protocolo prevé que deba existir una circunstancia de riesgo grave para las personas, que aseguran no se daba en ese momento. "Se trata, por lo tanto, de una actuación que contraviene los protocolos de uso de este tipo de proyectiles", afirma la entidad en un comunicado.
Identificado como fotoperiodista
Joan Gálvez explica que estaba en el lugar donde tenía lugar la manifestación para trabajar como fotoperiodista, identificado con su cámara profesional y casco de seguridad con la palabra "Press" en ambos laterales. "En un momento de cero tensiones, un agente me apuntó y me disparó un proyectil de foam a escasa distancia. El proyectil me impactó directamente en el brazo, provocando una herida abierta y un dolor insoportable", recuerda Gálvez. El fotoperiodista fue atendido por tres sanitarios de la entidad Rescue Life y sostiene que "ningún agente de los Mossos" se interesó por su estado.
Ante estos hechos, Irídia está acompañando jurídicamente al fotoperiodista y tiene previsto interponer en su nombre una querella ante los juzgados para que se lleve a cabo una investigación judicial efectiva, garantizando la depuración de responsabilidades y la reparación.