El cierre de bares y restaurantes impuesto por el Gobierno se produjo muy precipitadamente y eso dejó al menos una cuarentena de empresas proveedoras de bares y restaurantes con mucho producto fresco almacenado y sin posibilidad de vender.

La Asociación de Concesionarios de Mercabarna (Assocome) reclama ayudas urgentes para estas empresas, algunas en una grave situación económica y recuerdan las dificultades por las cuales ya han pasado durante los últimos meses. Muchas, han tenido que aplicar ERTE y reducir sus plantillas entre un 75% y un 85%.

Además, las empresas proveedoras trabajan preparando todo el producto fresco con una semana de antelación y la falta de previsión con que actuó el Gobierno ha dejado a muchos proveedores con toneladas de alimentos almacenados que no pueden vender. "Denunciamos la precipitación en la toma de decisiones y que no se haya tenido en cuenta la función social que las empresas de Mercabarna hagamos de reserva alimentaria", añaden.

Más allá de esta cuarentena de empresas, el cierre de bares y restaurantes ya se está notando al conjunto de Mercabarna. Todavía sin datos definitivos, el tráfico de camiones se ha reducido en unos 500 vehículos y sectores como el del pescado cifra el descenso de ventas en cerca de un 80% desde el viernes pasado. Por el contrario, los mayoristas de frutas y verduras cuantifican el descenso en cerca de un 3% porque lo qué se ha dejado de vender en bares y restaurantes se ha vendido para el consumo en los hogares.