El proyecto Verd i Blau: Infraestructures resilients ha sido escogido como ganador del concurso para transformar el frente litoral de las Tres Xemeneies, situado entre Sant Adrià de Besòs y Badalona, en un gran parque metropolitano a prueba de inundaciones. Con una superficie de 89.502 metros cuadrados, la propuesta plantea una reconversión ecológica del delta del Besòs para convertirlo en un espacio público resiliente, que combine usos sociales y naturales, mejore la calidad ambiental y sea capaz de gestionar las consecuencias del cambio climático, especialmente las crecidas del río. El proyecto prevé la integración de infraestructuras verdes como dunas, lagunas, paseos y sistemas de drenaje sostenible, y forma parte del marco de desarrollo del futuro Catalunya MediaCity, el hub audiovisual que se prevé en la zona. El Consorci del Besòs, impulsor del concurso, destaca que el proyecto “reimagina el delta” como un enclave natural, fluvial, litoral y urbano

El equipo responsable del diseño del proyecto ganador es la UTE formada por los despachos de paisajismo Landlab y Aldayjover, junto con la ingeniería Aquatica. La redacción del proyecto se acompañará de un proceso participativo que permitirá cocrear diferentes áreas del parque, combinando usos sociales con espacios destinados a hábitats naturales. En este sentido, la propuesta incorpora vegetación mediterránea para generar refugios climáticos y zonas con dosel vegetal. El proceso participativo se concibe como una herramienta para garantizar un diseño inclusivo, diverso y con perspectiva de género, que responda a “las necesidades ecológicas ciudadanas”, y que permita integrar la voz del territorio en un espacio que se prevé estratégico para el equilibrio ambiental y urbano del litoral norte metropolitano.

Recreación del resultado del proyecto ‘Verd i Blau'

El proyecto del parque de las Tres Xemeneies destaca también por su capacidad de integrar y reordenar las infraestructuras territoriales existentes, como el colector interceptor de Llevant, gestionado por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que actualmente atraviesa la zona maritimoterrestre y que, con el nuevo plan, se prevé trasladar a la reserva de espacio interior definida por el Pla Director Urbanístic. Este reordenamiento permitirá liberar la franja costera y hacerla más accesible y naturalizada. Además, el proyecto “potenciará los usos de carácter más social y los equipamientos deportivos, propiciando la aparición de nuevos espacios para la creación de hábitats fluviales, marítimos o urbanos en las áreas más alejadas y en contacto con la desembocadura del Besòs”. En este entorno, la vegetación autóctona, especialmente el pinar mediterráneo, jugará un papel clave en la extensión de las zonas de sombra, contribuyendo a crear refugios climáticos que ayuden a mitigar los efectos de la emergencia climática en este punto estratégico del litoral metropolitano.