Àngel Gallego, el profesor de filología hispánica en la Universitat Autònoma de Barcelona suspendido después de haber recibido acusaciones de abusos por parte de alumnos, ha roto su silencio una semana después de que se supiera la decisión de la universidad. Concretamente, una alumna de doctorado lo ha denunciado por acoso sexual, y siete más lo han hecho por acoso laboral y sexual. Ahora, sin embargo, Gallego ha asegurado que estas acusaciones vienen motivadas por el fracaso académico de las chicas, tal como ha defendido en una publicación en su perfil de Instagram, que ha restringido a sus seguidores después de ser suspendido por la universidad. Con todo, Efe ha recuperado el comunicado del catedrático, dividido en seis puntos, entre los cuales asegura que los estudiantes descontentos tienen derecho a responsabilizarlo por su fracaso académico y que "en un estado de derecho" los estudiantes "incluso tienen el derecho de canalizar su frustración a través de otros medios, igual que yo lo tengo a quedarme en silencio, siendo inocente hasta que no se demuestre el contrario".

Aparte de ser inhabilitado durante catorce meses por "hacer prevalecer su condición de empleado público para obtener un beneficio indebido y por abuso de autoridad en el ejercicio de un cargo", también ha sido apartado de la coordinación de las pruebas de acceso a la universidad por la conselleria de Recerca i Universitats. Según asegura en el texto, después del comunicado en cuestión, no se volverá a pronunciar públicamente. Con todo, en estas palabras, lejos de disculparse o reconocer haber perpetrado estos abusos, asegura que la propuesta de sanción de la UAB "no incluye ningún caso de acoso sexual", sino solo de abuso de autoridad. "Los que me importan han compartido expresiones de apoyo y preocupación, saben cómo me comporto profesionalmente y están al corriente de qué ha pasado realmente", ha escrito el profesor, negando las acusaciones de sus alumnas.

Sancionado un año después de la denuncia


El catedrático ha recriminado la filtración "aparentemente de manera ilícita a algunos medios de comunicación" de los detalles de los cargos por un supuesto abuso de autoridad y que, destaca, forman parte de documentación confidencial: "Excepto que, ilícitamente, las opiniones públicas difundidas en las redes sociales hayan tenido acceso al informe confidencial, se basan en información parcial, distorsionada o subjetiva," ha denunciado, dejando claro que el proceso judicial será el encargado de determinar la validez de las acusaciones de abuso de autoridad, obviando la denuncia por acoso sexual.

El expediente disciplinario abierto a Gallego se resolvió el pasado 17 de febrero, y el procedimiento establecía un plazo de 30 días para presentar alegaciones. Por eso, un mes más tarde se conoció el conflicto, al día siguiente de que saliera a la luz un primer caso de abuso, en este caso de un catedrático de física contra su doctoranda. La sanción contra el profesor de filología hispánica entró en vigor este lunes, 20 de marzo. Con todo, la denuncia se interpuso ante el rectorado hace más de un año, hecho que ha provocado mucha indignación dentro de la comunidad universitaria, desde las alumnas al mismo conseller, Joaquim Nadal, que ante las noticias reclamó más proactividad y sanciones preventivas para evitar que se volvieran a dar casos como estos.