Los productores de fruta del canal de Urgell han empezado este jueves a regar sus fincas con la dotación extra de 50 hectómetros cúbicos aprobada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) después de las lluvias de finales de junio. El pasado lunes la asamblea de la Comunidad General de Regantes de los Canales de Urgell acordó destinar esta agua a salvar la cosecha de fruta y sacrificar la de forrajes y cereales. Se prevé que los productores de fruta puedan hacer hasta cuatro turnos de riego durante el verano, que se sumarán al riego de supervivencia que ya hicieron a mediados de junio, y así, poder salvar la cosecha de las 9.300 hectáreas de fruteros que abastece el canal.

Se trata de una cosecha que hasta hace pocos días la mayoría de los agricultores daba casi por perdida. "Ya teníamos la idea que no regaríamos y ahora nos ha cogido un poco de repente", explica a la ACN el agricultor Albert Capdevila, que ha sido uno de los primeros a regar. Por la mañana ha levantado la pala de riego en una finca de manzanos que tiene en Puiggròs (Garrigues). Como tantos otros campesinos, pensaba que este verano ya no regaría más y reconoce que se siente "aliviado". Confía en que salvará entre el 80 y el 90% de la cosecha, aunque alerta que el tamaño de la fruta será más pequeña de lo normal por la falta de agua entre abril y mayo.

A pesar de la sequía de los últimos meses, Capdevila ha aplicado a los fruteros los mismos tratamientos de cada año, con la única diferencia de que este año ha hecho unas aclaraciones más severas para que los árboles no tuvieran tanta carga de fruta y pudieran sobrevivir con menos agua. El agricultor tarda entre 5 y 7 horas para regar las 3 hectáreas de manzanas de esta finca de Puiggròs, donde están las variedades golden y gala. Estos riegos se repetirán cada dos semanas hasta al inicio de la recolección de la fruta, prevista para finales de julio.

Las lluvias del pasado mes de junio permitieron aumentar el riego de los canales de Urgell y Segarra-Garrigues, por el aumento de las reservas de agua de los pantanos de Oliana (Alt Urgell) y Rialb (Pallars Sobirà), que aumentaron su capacidad hasta el 25%, más del doble del agua que había a finales de abril. Las comunidades generales de regantes y la CHE acordaron repartir 50 hectómetros cúbicos de agua para riego en el canal de Urgell (más 15 hm³ adicionales para abastecimientos) y 8 hectómetros cúbicos por regar en el Segarra-Garrigues (más 1 hm³ adicional para abastecimientos).

Centenares de campesinos se manifiestan en Madrid

A pesar de la mejora de las perspectivas para los productores de fruta en el canal de Urgell, la sequía todavía supone un grave riesgo para el primer sector. Por este motivo, centenares de campesinos catalanes se manifestaron este pasado miércoles en Madrid, para reclamar al Ministerio de Agricultura ayudas por la sequía y medidas para paliar "la ruina del campo". "Si no se articulan urgentemente las medidas suficientes para hacer frente a las consecuencias de esta sequía, se pondrá en riesgo la continuidad del campesinado profesional catalán", avisaron los campesinos.

Concretamente, la Unió de Pagesos denunció que el Gobierno no contempla la compensación de las pérdidas de la producción con ayudas directas, y que el presupuesto planteado por el Estado para hacer frente a la crisis agraria es "totalmente insuficiente para articular ayudas directas para paliar pérdidas y sobrecostes". Y es que el sector estima unas pérdidas de producción a los cultivos por la sequía de 4.805 millones de euros y un gasto para piensos de 7.987 millones, sin tener en cuenta los sectores de la fruta y la viña —que verán el impacto de la sequía con "importantes mermas".