El impacto psicológico y psiquiátrico del trabajo de moderador de contenido llegó a la esfera pública hace unos meses, cuando varios trabajadores de la misma empresa subcontratada por Meta, CCC Barcelona Digital Services, denunciaron su situación. Concretamente, se dio a conocer que de los 2.000 trabajadores, 400 estaban de baja por las secuelas psicológicas. Varios trabajadores han optado por denunciar la empresa ante la justicia por esta situación. Ahora, por primera vez, se ha abierto un proceso por vía penal contra la subcontrata de Meta.

El juzgado de instrucción número 29 de Barcelona ha admitido a trámite la querella de un antiguo empleado de la subcontrata de Meta en España por los graves trastornos mentales que desarrolló a consecuencia de su trabajo filtrando atrocidades en Facebook e Instagram, según publica La Vanguardia. Sin embargo, el juez descarta citar directamente a Facebook Spain, porque solo gestiona la publicidad. Eso no quiere decir necesariamente que este proceso no acabe salpicando a Meta, ya que el abogado del denunciante se plantea ampliar la querella a la matriz europea de la compañía.

Anteriormente, la justicia ya ha considerado responsable a CCC Digital Service de los daños psiquiátricos de sus trabajadores. El pasado enero, un juez concluyó que las empresas de moderación de contenido son responsables de los trastornos mentales que desarrollan sus trabajadores en el lugar de trabajo. Además, este mismo mes de febrero, un exmoderador de contenido ha recibido la incapacidad absoluta por las secuelas que le ha provocado trabajar de moderador de Meta.

Moderando contenido extremo

La función principal de estos empleados es la de revisar el contenido más brutal que se publica en la red: vídeos de asesinatos, de desmembraciones, de violaciones o incluso de suicidios en directo. Algunos de los testimonios de los trabajadores han explicado que durante una jornada laboral pueden llegar a revisar unos 450 vídeos o imágenes de contenido extremo. Además, estos revisores deben tener una "tasa de acierto" alta, que asciende hasta el 98%, es decir, que sus decisiones deben coincidir tanto con las de otros moderadores como con la del auditor superior. Si la tasa de acierto baja, pueden, incluso, ser despedidos. Los informes médicos de varios trabajadores que han pedido la baja recogen cuadros de estrés postraumático, ansiedad, insomnio, depresión e incluso intentos de suicidio.