Nuevo capítulo del caso Rubiales. Ahora, ha salido a la luz que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y su padre presionaron a la jefa de prensa de la selección femenina, Patricia Pérez, para que afirmara que Jennifer Hermoso dio su consentimiento para la difusión de las declaraciones que lo exculpaban. Según ha destapado El Confidencial, el testimonio de esta trabajadora se utilizó para la Dirección de Integridad de la RFEF para cerrar el expediente sobre el beso forzado de Rubiales a Hermoso, con un resultado favorable para el expresidente.

La responsable de comunicación denuncia que Rubiales la encerró en un despacho durante más de 3 horas, y finalmente, la presionó para que firmara un papel donde ratificaba que Hermoso era la responsable de las declaraciones que se emitieron en un comunicado solo unas horas después del escándalo donde exculpaba a Rubiales. Un documento, que posteriormente se descubrió que había sido manipulado por la RFEF.

Posible delito de coacciones

Luis Rubiales citó a Patricia Pérez en su despacho. Cuando llegó no estaba solo, lo acompañaban su padre, el expolítico Luis Manuel Rubiales —sin ningún cargo en la RFEF—; su superior en el Departamento de Comunicación, Pablo García Cuervo, el director de Integridad de la RFEF, Miguel García Cava, y otras personas. Según relata el digital, la jefa de prensa fue presionada durante más de 3 horas por sus superiores más directos, durante el encuentro se dieron momentos de mucha tensión para que fabricara una prueba falsa, y afirmara por escrito que había estado presente cuando Jenni Hermoso autorizó las falsas declaraciones emitidas por la RFEF.

Pérez se ha puesto en contacto con el departamento de Compliance de la RFEF —que está investigando el caso— y ha denunciado este interrogatorio al cual estuvo sometida para tratar de hacerla mentir en favor de Rubiales. De momento, se ha abierto un expediente y se han iniciado las investigaciones por un posible delito de coacciones.

Rubiales, investigado por agresión sexual

Luis Rubiales declaró el pasado viernes como investigado en la causa abierta por el beso sin consentimiento a Jennifer Hermoso después de la final del Mundial. La Audiencia Nacional admitió a trámite la querella que interpuso la Fiscalía contra Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones. El juez de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, ha impuesto al expresidente de la RFEF una orden de alejamiento de 200 metros de la jugadora, así como la prohibición de comunicarse con ella durante la instrucción de la causa abierta por el beso no consentido.

En el auto, el magistrado rechazó la petición de la Fiscalía de imponer a Rubiales comparecencias periódicas ante el juzgado, y tampoco le ha embargado de manera preventiva los bienes, tal como había pedido la abogada de la jugadora.