El cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, ha decidido apartar de sus funciones al sacerdote de L'Hospitalet de Llobregat, Custodio Ballester, y le ha concedido un "permiso de ausencia" para que se tome "un año sabático".

Ballester, rector de la parroquia de Immaculada Concepció de L'Hospitalet, ha sido objeto de numerosas críticas en los últimos meses por sus declaraciones homófobas, después de afirmar en una misa que la homosexualidad es "un pecado gravísimo".

Con todo, esta no ha sido la única polémica que ha protagonizado Ballester, pues el año pasado ya fue objeto de denuncia por dedicar una misa a la División Azul y llenar la iglesia de simbología fascista.

A raíz de este acto, el arzobispado de Barcelona anunció a finales de 2016 que tomaría medidas contra el cura Ballester. Sin embargo, continuó al frente de la parroquia y en junio volvió a crear polémica con una misa homófoba.

Por otra parte, la Generalitat le abrió un expediente sancionador por sus manifestaciones y las remitió a la Fiscalía de Delitos de Odio por si constituían un delito.