Nuevas discriminaciones lingüísticas en la atención al cliente, denunciadas públicamente este jueves por Plataforma per la Llengua. Concretamente, la entidad ha tenido acceso a dos ejemplos concretos de cómo trabajadores de las empresas francesas Alcampo y Leroy Merlin vulneran los derechos lingüísticos de sus clientes. En el caso de Alcampo, una trabajadora del Servicio de Atención al Cliente asegura a una cliente que la compañía no le pide el catalán para trabajar; en el caso de Leroy Merlin, una dependienta se niega a atender a una persona porque habla catalán.
Por una parte, una de las grabaciones muestra como una trabajadora del Servicio de Atención al Cliente de Alcampo dice abiertamente que la empresa no pide el catalán como requisito para trabajar: "Para trabajar aquí no hace falta el catalán". La cliente se dirigió a dicho servicio tras encontrarse en varias ocasiones con trabajadores que no la entendían, e interpuso una queja. Una queja por la que todavía no ha recibido ninguna respuesta formal.
Por otra, en el audio de Leroy Merlin, se puede identificar "una actitud supremacista por parte de la trabajadora, que se niega a atender a un cliente por el simple hecho de querer hablar en catalán", según Plataforma per la Llengua. Se oye como la conversación no puede avanzar porque la trabajadora insiste en que, si no habla en castellano, no lo puede atender. De hecho, la situación no se desencalla hasta que no llega una segunda trabajadora. El cliente también puso una queja, que tampoco ha recibido respuesta.
Los audios coinciden con otra denuncia de Plataforma per la Llengua, en esta ocasión contra el Ayuntamiento de Barcelona por amparar "un escarnio a los derechos lingüísticos". Concretamente, la entidad ha acusado al gobierno municipal de "mofarse" de los derechos de los catalanohablantes. ¿Por qué? Porque en la presentación pública del Informe del Observatorio de las Discriminaciones en Barcelona del pasado martes —en el que se constató que el 99% de las discriminaciones lingüísticas eran contra catalanohablantes— se escenificaron unos gags polémicos. Además, Plataforma per la Llengua también ha apretado al PP por la oficialidad del catalán en la Unión Europea —una cuestión que se podría votar la próxima semana, en la reunión de ministros de Exteriores del próximo 18 de julio—.