El obispo Pere Casaldàliga ha muerto hoy en Brasil en el Hospital Santa Casa de Batatais (Sao Paulo), a los 92 años.

"Con profunda tristeza lamentamos comunicar que Pere Casaldàliga ha muerto en el día de hoy a la edad de 92 años. Con mucho dolor, pero seguros como él lo estaba de su llegada a la Casa Solariega, os informaremos en breve de los actos de despido", ha anunciado en las redes sociales las asociaciones Araguaia y ANSA, con las que trabajaba el sacerdote.

También han anunciado su muerte los misioneros Claretians de Catalunya donde han especificado que se ha producido este mediodía en el hospital de Batatais a la vez que han anunciado que se prevé que sus restos sean trasladados a São Félix do Araguaia (Brasil), localidad donde estaba trabajando en sus proyectos humanitarios para ayudar a los más pobres.

Últimos días

El sacerdote fue ingresado el lunes en el hospital de São Félix do Araguaia (Brasil), tal como lo informaron aquel día las entidades con las que colaboraba Casaldàliga. En concreto, precisaron que había sido ingresado "debido a problemas respiratorios agravados por el Parkinson que sufre y la edad avanzada".

En aquella ocasión también informaron de que Casaldàliga estaba "acompañado en todo momento y bien cuidado".

Los problemas de salud, sin embargo, se agravaron y el pasado miércoles fue trasladado al centro médico de Sao Paulo.

Casaldàliga, nacido en febrero de 1928 en Balsareny, ha vivido gran parte de su vida en el Brasil ayudando a las personas más humildes y vulnerables. En concreto 50 años, en los que ha trabajado, principalmente, con las poblaciones indígenas. Se lo considera a uno de los padres de la teología de la liberación, que persigue que la iglesia se tiene que poner al servicio de las personas más humildes.

Reacciones en Twitter

En las redes sociales, han empezado llegar mensajes de pésame, que recuerdan la vida del misionero, entre ellas las del presidente de la Generalitat, Quim Torra.

"Toda una vida de lucha por la causa del mundo indígena; la Iglesia de los más pobres; la paz como fruto de la justicia; la liberación de las personas y los pueblos oprimidos. Una vida llena, comprometida y solidaria. Una vida de fe. ¡Gracias, obispo Casaldàliga!", ha señalado Torra en su cuenta de Twitter.

Asimismo, han llegado mensajes de condolencia de otros miembros del Govern como el vicepresidente y conseller de Economia y Hacienda, Pere Aragonés, que, pese a que ha reconocido que es ateo, ha manifestado que si fuera de una iglesia seria de la de Pere Casaldàliga. Además, la consellera de la Presidencia y portavoz, Meritxell Budó, ha precisado que Casaldàliga es un "ejemplo de vida comprometida en la defensa de los más desfavorecidos"; mientras que el conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, Bernat Solé, ha mostrado su admiración por el religioso y ha recordado una de sus frases: "Donde no hay libertad no puede haber justicia"

Más allá del Govern, también se ha hecho eco de la muerte del sacerdote la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Ahora bien, las palabras de admiración hacia Casaldàliga han llegado de todos los ámbitos como, por ejemplo, el exconseller de Salut y ahora en el exilio, Toni Comín, l'expresidenta de la mesa del Parlament, Núria de Gispert, el exdiputado de la CUP en el Parlamento, David Fernández, su formación política, la tertuliana Pilar Rahola, el Instituto Ramon Llull, el periodista Francesc Escribano o Òmnium Cultural.