Nuevo ataque del ecologismo al arte. En esta ocasión, dos activistas han atacado las 'Latas de sopa de Campbell', de Andy Warhol en la Galería Nacional de Canberra, en Australia, para reclamar al gobierno australiano que deje de subsidiar los combustibles fósiles. Concretamente, han denunciado que mientras los australianos mueren de hambre, el gobierno destina cada minuto 22.000 dólares a los combustibles. Dos activistas ecologistas disfrazadas con peluca han entrado en la sala donde se encuentra la obra, han pintado sobre el cristal que protege los cuadros, y después se han enganchado con pega a los marcos de los cuadros, mientras llamaban consignas como "crisis climática" o "protesta artística". Además, aseguran que la obra representa el consumismo enloquecido.

Las activistas han huido

Las jóvenes responsables de este acto vandálico se han desenganchado ellas mismas de la obra y han conseguido escapar de la galería sin estar detenidas por la policía. Sin embargo, el grupo Stop Fossil Fuel Subsidies se ha declarado responsable de la acción, ya que han sido los encargados de compartir el vídeo en sus redes sociales. En otro tuit, el grupo ecologista ha preguntado: ¿"Crees que Andy Warhol estaría orgulloso? ¡Que la COP27 cuente"! Aparte, hace un llamamiento la población a escoger "un planeta habitable para todos los beneficios para unos pocos", y han insistido en un lema popular entre el ecologismo: "No hay planeta B". En este caso, la Galería Nacional de Australia ha indicado a través de un comunicado que la institución "no desea promocionar estas acciones y no hará más comentarios" sobre este tema, porque la protesta está siendo investigada por las autoridades policiales australianas.

El incidente de este martes se suma a una serie de actos vandálicos para luchar por el cambio climático contra obras muy conocidas del mundo del arte. La última actuación fue el pasado sábado cuando dos activistas del grupo Futuro Vegetal se engancharon a 'Las majas' de Goya en el Museo del Prado, en Madrid. Por este motivo, el museo Reina Sofia también en Madrid, ha blindado la sala donde se sitúa El Guernika. El museo ha anunciado que han aumentado los controles tantos de la sala como de acceso al museo. Según avanzó este martes El País, tanto en el Reina Sofía como en el Museo Thyssen hace días que pasean policías vestidos de paisano para vigilar las salas.