Mientras que la lava ha ralentizado su curso ritmo hasta el mar, el volcán de La Palma ha entrado en una nueva fase más explosiva. Eso significa que en libera ceniza a una velocidad más elevada que en las primeras horas después de la erupción.

Además, según ha detallado el Instituto Vulcanológico de las Canarias, se han emitido entre 7.997 y 10.665 toneladas diarias de dióxido de azufre a la atmósfera y se prevé que la nube formada por esta sustancia llegue a Catalunya en los próximos días, entre el jueves noche y viernes.

Sin riesgo

Según la agencia científica europea Copernicus el cúmulo de dióxido está atravesando el África en estos momentos y llegaría a la península Ibérica en las próximas horas. Las primeras zonas afectadas serán el País Valencià, las Balears, Murcia y Catalunya. Aunque puede causar irritaciones en la piel y en los tejidos, los expertos creen que la nube que llegará hasta Catalunya no implicará un riesgo para la población.

 

Prudencia y distancia

En cambio, la concentración de esta sustancia seguirá siendo muy alta sobre la isla de La Palma, motivo por el cual las autoridades del país han pedido a la población que sigan siendo prudentes y no se acerquen a las zonas afectadas porque son muy peligrosas. Miguel Ángel Morcuenda, director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pelvoca), ha advertido que "la mejor manera de ver el volcán es por la televisión", subrayando que la exposición puede afectar ojos y pulmones.

Morcuenda también ha explicado que aunque el volcán "ha entrado en zona de mini estabilidad", todavía es "bastante explosivo". Ahora mismo, hay activas 4 de las 9 bocas abiertas y el volcán tiene una única fisura, aunque en principio parecía que eran dos.

Contacto entre mar y lava

A estas alturas, los expertos no pueden asegurar que la lava llegue al mar, pero tampoco que se pare su curso antes de desembocar. La población sigue muy pendiente de los efectos que podría tener este contacto entre el magma, a unos 1.000 grados de temperatura, y el agua, a unos 20. Según se espera, la contracción térmica provocaría una fuerte humareda blanca, perjudicial a la salud por las sustancias tóxicas que contiene.

Concretamente, en cada litro de agua salada hay 35 gramos de sales, entre las cuales cloruro, sodio, azufre, espumo o flúor. Al llegar la lava, el agua se evaporaría, formando grandes columnas de humo corrosivas para las personas.

¿Lluvia ácida?

Por otra parte, gana fuerza la hipótesis que se acabe produciendo un episodio de lluvia ácida a raíz de los efectos de la erupción del volcán. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha advertido que esta puede llegar a las zonas más montañosas de las islas esta tarde. En todo caso, serían unas precipitaciones débiles y dispersas, ya que no se esperan grandes cantidades de lluvia acumulada en estas zonas. Este fenómeno también podría llegar a la península Ibérica, aunque las posibilidades son muy reducidas.