Desde el pasado domingo los habitantes de la isla de La Palma, en las Canarias, viven pendientes del nuevo volcán que se ha originado en la Cumbre Vieja. Después de estar muchos días en alerta por peligro sísmico y volcánico, las predicciones se han cumplido y no han sido suficiente para evitar que centenares de personas se queden sin casas, negocios y escuelas. La lava sigue avanzando y en las próximas horas llegará al mar, donde se tropezará con una masa inmensa de agua salada a una temperatura muy inferior, hecho que irremediablemente provocará una fuerte reacción.

Cuando los ríos de lava desemboquen en el mar su superficie a más de 1.000 grados evaporará el agua marina de la superficie, hecho que los expertos no descartan que puedan acabar provocando alguna detonación inicial.

Pero más allá del primer impacto entre la lava y el agua fría, ¿qué se puede esperar? El agua salada al entrar en contacto con la lava provocará una reacción química que generará gases ácidos, compuestos por ácido clorhídrico y partículas de vidrio que son peligrosos para la salud de las personas y del ecosistema.

Un llamamiento a la prudencia

Picor, escozor y dificultades para respirar son algunos de los síntomas que pueden provocar los gases que emanarán del contacto entre la lava y el mar en las próximas horas. Aunque el avance de la erupción se ha retrasado con respecto a las previsiones, el contacto con el mar es casi seguro.

Ante este futuro peligroso para los ciudadanos las autoridades piden prudencia a los habitantes de la isla. Mantener las distancias y alejarse de este tipo de emanaciones. Se trata de gases que no se tienen que subestimar, pero tampoco hay que caer en la histeria, simplemente mantener las distancias.

Los expertos alertan de que la peligrosidad del contacto entre las dos superficies no se limita a los gases, también a las posibles explosiones iniciales provocadas por la diferencia térmica. El vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional Stavros Meletlidis ha asegurado en declaraciones en RTVE que: "La interacción entre agua y magma es muy explosiva". Un motivo más para pedir mantenerse lejos del punto en que el agua salada y la lava entren en contacto.

 

Dos personas se hacen uno selfie búsqueda del volcan de La Palma / efeDos personas se hacen un 'selfie' con el volcán de La Palma de fondo / Efe

Tráfico marítimo

El Gobierno ha prohibido el tráfico marítimo en varias zonas del litoral de la isla ante la inminente llegada de la lava. El esfuerzo por apartar la población, en especial curiosos que pueden adoptando un comportamiento temerario, ha provocado que el dispositivo de Protección Civil se intensifique durante la llegada de la lava al mar, según ha comunicado el gobierno canario.

Las afectaciones marinas no se limitan al tráfico humano, también al ecosistema que se encuentre en el lugar del contacto entre el mar y la lava. Serán toda la fauna y la flora que se encuentre justo en el punto de contacto entre las dos superficies que quedarán condenadas, pero no se espera que la afectación vaya más allá de puntos concretos.

Nueva boca abierta

El volcán de La Palma cuenta desde esta noche con una nueva boca eruptiva en los alrededores del pueblo de Tacande, en El Paso, lo que ha obligado a ampliar las evacuaciones, informa el 112.

Según la información que ha recibido al comité director del Plan Especial de Protección ante Riesgo Volcánico de las Canarias (Pevolca), la nueva boca del volcán se ha abierto a unos 900 metros de la principal, por lo cual se ha pedido a la población que se aleje también de este sitio.

 

Imagen principal: La lava avanza sobre un embalse de agua provocando que se evapore rápidamente / Europa Press