La situación de sequía que vive Catalunya obliga a buscar soluciones efectivas para paliar los efectos. Como no se puede hacer llover, se tiene que optar por otras vías para obtener agua potable y una de ellas son las desalinizadoras. Ingenieros y economistas ponen de relieve la importancia de las desalinizadoras móviles como solución de urgencia ante la actual emergencia por sequía, pero advierten que no se tienen que considerar como una solución estructural a largo plazo. Los especialistas, integrantes del Observatorio Intercolegial del Agua, han debatido en Girona sobre la gestión del agua y la transición hacia el uso de agua desalada como recurso principal, a raíz de la propuesta de que impulsa el sector hotelero de Lloret de Mar (Selva), que consiste a llenar piscinas con agua extraída de desalinizadoras móviles.

Arran del proyecto que impulsa el sector hotelero de Lloret de Mar, y que se podría replicar en otros lugares de la Costa Brava, los expertos también creen que hay que redactar una normativa que regule la implantación. En paralelo, el Observatorio Intercolegial del Agua también propone que aquella que sale de las depuradoras del litoral, en vez de asomarse al mar, se inyecte en los acuíferos para recargarlos. Guillem Gilabert, ingeniero químico experto en la materia, destaca que la desalinización es una solución crucial para regiones como Ibiza o las Canarias, pero subraya que este modelo está diseñado para grandes plantas, no para usos móviles o pequeños como el planteado por los hoteleros de Lloret de Mar. Esta propuesta, que busca abastecer piscinas con una desalinizadora móvil, pone de manifiesto la dependencia del agua como motor económico.

Marc Oliva, presidente de la Comisión de Economía Circular y Cambio Climático de los Ingenieros Industriales de Catalunya, recalca que las desalinizadoras móviles pueden ser útiles en situaciones de emergencia, pero insiste en la importancia de pensar a gran escala. No considera viable la proliferación de pequeñas desalinizadoras como solución a largo plazo, sino que aboga por inversiones en grandes plantas que puedan suministrar agua a un coste razonable. Los expertos coinciden en que, mientras las desalinizadoras móviles pueden ser una medida inmediata, no son la solución definitiva para la sequía. Hace falta, pues, una visión a largo plazo que priorice la implementación de grandes infraestructuras de desalinización.

En paralelo, a la hora de avanzar hacia la transición hídrica, los ingenieros y economistas también piden tener más en cuenta el rol de que tienen que jugar los acuíferos. "Tenemos que empezar a trabajar en dos direcciones", explica Oliva. Por una parte, utilizándolos como reservorio; pero por la otra, también alimentándolos con agua regenerada. Y aquí, los expertos proponen que aquella agua regenerada que sale de las depuradoras del litoral no se asome al mar, sino que se inyecte en los acuíferos (como ya se hace en el caso del río Llobregat). "Se está haciendo un gran esfuerzo por depurarla y se acaba diluyendo en el mar, de donde al mismo tiempo también se está captando para desalarla," reflexiona el presidente de la comisión.