Los resultados medioambientales del incendio en la fábrica de Montornès se conocerán la semana que viene. De momento, la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) ha activado el plan de emergencia para retirar los peces muertos en colaboración con el Consorci Besòs-Tordera aunque las consecuencias para el río Besòs ya se empiezan a aclarar. En una entrevista a Els Matins de TV3, el director de Coordinació Territorial de la ACA, Diego Moxó, asegura que "el impacto es muy alto" y aclara: "Desconocemos si tendrá un impacto total sobre la fauna piscícola, pero sí muy alto", sobre todo en el cauce.

Las especies vegetales y animales pueden sufrir graves problemas. Se han encontrado muertos algunos peces como carpas, cachos y sobre todo anguilas, una especie en extinción en este río para la cual otro impacto como este podría ser muy peligroso. En las próximas semanas se recogerán muestras de sedimento y agua y también se evaluará la recuperación que pueda tener a corto plazo en el medio.

Desde la Agencia Catalana del Agua confían en que la recuperación sea posible. Moxó destaca la historia industrial y de peso urbanístico que ha sufrido el Besòs, a pesar de la cual ha conseguido ser "un referente" para todos aquellos que viven a su alrededor. Los técnicos han empezado a coger muestras de agua y sedimientos para determinar las consecuencias.

El problema principal se debe a que el Besòs recibió el impacto del disolvente, pero también del agua que utilizaron los bomberos para extinguir el fuego. Moxó subraya que la contaminación que ha sufrido el Besòs "no es culpa de nadie en estos casos porque el factor de seguridad y rapidez van antes" que las consecuencias medioambientales.

Desde la ACA se insiste en que nadie coja agua del río para consumir, pero tampoco para regar. Los municipios vecinos no ven afectada su agua potable ya que esta se suministra desde Aigües Ter-Llobregat, aunque se da el aviso de cerrar cualquier pozo que pueda haber.