Después de que el fuego fuera protagonista por todo Catalunya la semana pasada, con decenas de incendios simultáneos cada día, durante los días de Sant Joan, la preocupación llega ahora a la Catalunya Nord, con un incendio que se ha declarado entre los pueblos de Òpol, a menos de 25 kilómetros de Perpinyà, y Salses, a 19: en pocas horas, las llamas ya afectan a más de 1.000 hectáreas y avanza en dirección hacia la plana|llanura del Rosellón. De momento, se ha evacuado una residencia y un camping con cerca de 300 personas próximo a la zona, y decenas de vecinos han pasado la noche en un gimnasio habilitado ante el riesgo de que el fuego llegara a sus hogares, a la espera de que se tengan que hacer nuevos desalojos. De momento, los bomberos también han cortado, en el norte de Perpinyà, la autopista AP-7 (A-9, en Francia). La proximidad de las llamas no ha permitido circular durante toda la noche, pero ha acabado reabriendo de madrugada. En la aplicación Google Maps se advierte que hay un incendio forestal en la zona de Òpol y Salses. Además, también ha afectado al transporte por vía ferroviaria, ya que se han producido alteraciones al servicio de tren entre Perpinyà y Narbona, a algo que puede afectar a los TGV, alta velocidad francesa, que conectan Barcelona con ciudades como París, Lyon y Marsella.

Mapa incendio forestal Òpol y Salses
Mapa del incendio forestal a Òpol i Salses / Google Maps

La magnitud del incendio, que afecta a unas 1.100 hectáreas, según las últimas informaciones de los medios de la zona, ha provocado que se haya tenido que desplegar en la zona un gran número de efectivos de bomberos franceses, una cifra que se eleva hasta el medio millar, aparte de ocho hidroaviones. Estos pertenecen tanto al servicio de Bomberos Norcatalán como también de Occitània. Parece que lo que habría ayudado a las llamas a avanzar hacia el municipio de Salses y ahora en dirección a la plana del Roselló podría ser la tramontana, que sopló durante toda la jornada de ayer en la zona y ha dificultado el trabajo de los trabajadores. Con todo, el viento ha ido disminuyendo mientras al mismo tiempo subía el nivel de humedad, hecho que ha ayudado a que las llamas sigan avanzando, pero con mucha menos rapidez.