El Gobierno se ha retrasado un año a reforzar con arena el delta del Ebre, pero finalmente este miércoles se ha iniciado el proyecto. Así, los camiones ya acumulan montañas de arena por orden del Ministerio para la Transición Ecológica, que pretende mover 317.000 metros cúbicos de arenas excedentarias al Delta y reforzar zonas tan frágiles como la Marquesa, la isla de Buda y el Trabucador. Se trata de una actuación con un presupuesto de cuatro millones de euros y que se ha retrasado un año, aunque era una medida de urgencia: tenía que mitigar los efectos de temporales violentos (como el Gloria o el Filomena) tanto en las playas como a los sistemas dunares.

Los movimientos de arena se tenían que hacer durante el otoño del 2021, como una obra de urgencia para reforzar los espacios y las zonas más frágiles del delta del Ebre para un nuevo invierno. Pero la Generalitat pidió una evaluación de impacto ambiental simplificada y, sin el informe, el Gobierno descartó hacer las obras. El ejecutivo catalán defendió que se había acordado poner en marcha estas obras bajo la vigilancia de una comisión, aunque el trámite no se dio por superado hasta febrero. Para más inri, la actuación se pospuso para no coincidir con la época de nidificación de las aves. Un año más tarde, los movimientos se han iniciado esta semana.

Hacen falta más actuaciones en el delta del Ebro

Este martes ya se empezaron a desplazar arenas desde la Punta de la Banya hasta el Trabucador, mientras que este miércoles ya se acumulaban varios montones de arena ante la zona de acceso a las Salines de la Trinitat (unos montones de arena que después se esparcirán). También se han puesto en marcha los trabajos para llevar arena desde la zona del Serrallo a la isla de Buda, a la vez que se prevé que a finales de mes se hagan movimientos desde la Punta del Fangar hasta la playa de la Marquesa y Riumar.

A pesar del retraso, la Taula de Consens ha celebrado la intervención porque es la primera actuación proactiva que se hace. Sin embargo, ha recordado que es un "parche" y que harán falta muchas más para no dejar el delta del Ebre en manos "de la suerte". "Hacen falta de más decididas, en volúmenes muy superiores, con arenas marinas y dragas", ha defendido en la ACN el director técnico de la Taula de Consens, Rafa Sánchez. Hace una semana que el Departament de Acció Climàtica presentó los trabajos para hacer una batimetría del fondo marino deltaico y de las arenas disponibles con el fin de mover once millones de metros cúbicos de arena del fondo del mar hacia el Trabucador, la Marquesa y la isla de Buda. Al respecto, Sánchez ha asegurado que "el primero que tenemos que saber es cuántas arenas ha disponibles, y si tienen características adecuadas, si se pueden coger sin perjuicio ambiental y si se pueden aportar aquí, pero está claro que son volúmenes que no tenemos por medios terrestres".

 

Las trazas de erosión en la isla de Buda llegan a ser de doce metros cada año y de cinco metros en la Marquesa-Riumar, cosa que empeora cada vez más "si no se hace nada". Es por eso que el director técnico de la Taula de Consens advierte que hace falta recuperar las franjas perdidas y ampliar las playas en otros sectores del delta del Ebre. Y es que las playas tendrían que tener anchuras de 150 metros para contener el embate de los temporales, pero la actuación del Gobierno se ha retrasado y año y el Delta ha superado el invierno porque no se ha producido ninguna borrasca catastrófica. "Depender de la suerte es un tema complicado, tenemos que pensar que puede no ir bien y la desgracia sería muy grande", ha alertado.

Sea como sea, la Taula de Consens celebra que la Generalitat y el Gobierno se hayan puesto a actuar en el delta del Ebre. Ahora, el organismo reclama que trabajen "de manera más coordinada, rápida y eficaz": la creación de la comisión mixta entre las dos instituciones y la Taula de Consens. El objetivo, sin embargo, era "activar las dos administraciones" y que se pusieran a trabajar. En definitiva, Sánchez está satisfecho.