La emisión de la película de La mort de Guillem, que se estrenó ayer simultáneamente, a las 22:00 horas, en las televisiones públicas de Catalunya, el País Valencià y las Islas Baleares, tuvo un éxito rotundo de audiencia. El filme relata el luto y la búsqueda de justicia de los padres de Guillem Agulló, un joven independentista valenciano que fue asesinado en los años noventa por parte de un grupo de ultra derecha.

Al detalle, en el caso de TV3, un total de 430.000 espectadores vieron la película, una cifra que supone un 17,6% del audiencia, según ha informado la agencia audiovisual Dos30'. De hecho, en Catalunya la emisión del filme fue líder de audiencia. Además, la cadena acompañó la película, que se estrenó a las 22:00 horas, con el documental A la dreta i més enllà, del programa Sense Ficció, así como el cortometraje Ni oblit, ni perdó, dirigido por Jordi Boquet y protagonizado por Raquel Ferri, que explica el asesinato de Agulló.

Cerca de un 11% de audiencia en Valencia

En el País Valencià, de donde era originario Agulló, el filme lo miraron 201.000 personas en la cadena À Punt, lo que representa una audiencia del 10.9%. Además, en las Islas Baleares unas 15.000 personas visualizaron la película en IB3, cosa que representa una audiencia del 4.4%.

No ha sido casual que la película, dirigida por Carlos Marquès-Marcet, se haya estrenado simultáneamente en estas cadenas, ya que es una coproducción de TV3 y À Punt, la televisión pública valenciana. Aunque ahora llega a la pequeña pantalla, ya se estrenó en el festival de cine de Málaga, donde se proyectó el 24 de agosto.

El luto de los padres

Agulló, de los Maulets de Burjassot (Horta Nord), fue apuñalado el 11 de abril de 1993 en Montanejos (Alt Millars) por un grupo de ultraderecha autodenominado Marchalenes-IV Reich. Más allá de la muerte del joven, los guionistas de la película, Alfred Pérez Fargas y Roger Danés, han puesto el acento en el luto de su familia, especialmente los padres, así como la oleada de indignación social que provocó su muerte por la falta de respuesta de la justicia.

En este sentido, el magistrado que llevó el caso se negó a aceptar los agravantes de crimen de odio por motivación ideológica. Por eso, Ventosa, el alias del único imputado, fue condenar por una pelea con resultado de muerte a catorce años de presión, pero sólo cumplió cuatro porque se le concedió la libertad condicional.

Por todo eso, la figura de Guillem Agulló se ha convertido en un referente tanto de la lucha contra el fascismo como del independentismo. Por este motivo, 25 años después de su asesinato, el Senado aprobó una moción que declaraba que su muerte había sido "por motivos políticos". Además, se decretó "crear, con cargo a los próximos Presupuestos Generales del Estado, el Fondo Guillem Agulló, como un Fondo Estatal destinado a las indemnizaciones a los familiares de las víctimas de los delitos de odio".