Nació con el objetivo de evitar todas las pérdidas posibles, pero los expertos consideran que no ha sido la estrategia adecuada. La etiqueta Covid free que lucen muchos hoteles y restaurantes desde que empezaron a abrir las puertas después del confinamiento es vista por los expertos como un error de comunicación que les puede salir caro. "Hoy por hoy es imposible garantizar que no haya riesgo de contagio y el consumidor, por muy confuso que esté con respecto a la enfermedad y a las maneras de prevenirla, sabe perfectamente que hay riesgo de contagio", señala Neus Soler, profesora colaboradora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, que piensa que esta etiqueta, más que aportar algún tipo de beneficio, deteriora la imagen del establecimiento por la credibilidad nula que fomenta.

En la misma línea se manifiesta el genetista Salvador Macip, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, que explica que actualmente es muy difícil asegurar que una zona está protegida contra la Covid-19, ya que, aunque sea una zona libre de virus en un momento determinado, no se puede garantizar que mantenga esta condición minutos después. "El concepto no tiene mucho sentido. Sería más acertado decir que son lugares donde se siguen todas las recomendaciones para evitar los contagios. Y eso no exime a los visitantes de tomar las precauciones necesarias", señala el profesor de la UOC.

La etiqueta Covid free fue una de las primeras medidas que tomaron empresarios del sector para intentar paliar la difícil situación económica vivida por la pandemia de la Covid-19, que dejará unas pérdidas mundiales en la economía turística de entre 1,1 y 2,9 billones de euros según un informe publicado hace algunas semanas por las Naciones Unidas. El objetivo es animar a los turistas a utilizar los servicios de hoteles y restaurantes mostrando al público que se siguen todos los protocolos necesarios para evitar los contagios, pero al utilizar el término free se comete un error de comunicación, en opinión de los expertos. "El uso de esta etiqueta no se tiene que entender como un engaño, sino como un error de comunicación. Lo que los establecimientos quieren transmitir es que siguen un protocolo de desinfección y limpieza estricto, lo que sí que tendría que fortalecer su imagen y tendría que ser bien valorada por los consumidores", señala Neus Soler.

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Imagen del desayuno de un hotel / Unsplash

De hecho, que algunos establecimientos del sector hayan subido los precios informando a los clientes que lo hacen por el coste que comporta una buena desinfección sí es una buena estrategia, siempre que el aumento no sea desproporcionado. Como explica la profesora colaboradora de la UOC, la base de una buena relación con el cliente es la confianza, y el consumidor espera transparencia por parte de las empresas. "En este sentido, para el consumidor es perfectamente comprensible (y, en principio, asumible) el hecho de que el coste de los productos específicos para la desinfección repercuta en ello. Otra cosa sería que el coste de estos productos desinfectantes no se trasladara equitativamente al precio del producto", señala.

Según la opinión de Pablo Díaz, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experto en turismo, esta estrategia resulta acertada sobre todo para un perfil determinado de turista. En relación a los establecimientos hoteleros, explica que "hay categorías de hoteles que pueden trasladar a los precios estos aumentos por el hecho de que sus clientes los pueden asumir. En este sentido, teóricamente, las categorías altas (cuatro y cinco estrellas) tendrán más capacidad de subir un poco los precios".

Alternativas eficaces

El año pasado, el Foro Económico Mundial publicaba un informe que hace cada dos años en que analiza los puntos fuertes de 140 países receptores de turistas internacionales. Por tercera vez consecutiva, el Estado español apareció como la nación más competitiva del mundo en el sector turístico. Se trata de una posición que no será fácil mantener, ni siquiera teniendo en cuenta que el resto de países que ocupan los puestos siguientes del ranking también se han visto afectados por la crisis causada por el coronavirus.

En cualquier caso, para intentar continuar entre los países más competitivos desde el punto de vista turístico, resulta esencial poner en marcha estrategias para atraer turismo. Y, según los expertos consultados, la manera principal de hacerlo es trasladar la idea de que se está haciendo todo lo posible para minimizar las posibilidades de contagio. Como explica al profesor de la UOC Salvador Macip, seguir un plan para desinfectar superficies, asegurar la renovación del aire en las zonas cerradas y mantener las zonas de seguridad son las herramientas principales de las que disponen los hoteleros y los hostaleros. "Eso y llevar mascarilla es lo mejor que se puede hacer para reducir al máximo el riesgo", recuerda.

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Imagen de la piscina de un hotel / Unsplash

Por eso, etiquetas como la de Sanitized venue (local higienizado), impulsada por la Asociación Internacional de Ocio Nocturno, son una buena opción según la profesora Neus Soler. "Es una comunicación mucho más acertada que la de la etiqueta 'Covid free', porque transmite la implicación y el compromiso del establecimiento para proteger la salud y la seguridad del cliente sin que este se pueda sentir engañado", afirma.

No obstante, no es la única cosa que conviene potenciar en el turismo posconfinamiento. Como explica la profesora de la UOC, aparte de generar la confianza necesaria en materia de seguridad, se tendría que apostar por las experiencias saludables y socialmente responsables con respecto al medio ambiente. "Ahora conviene potenciar los destinos y las actividades sostenibles no solo por la necesidad imperiosa de cuidar del planeta que el surgimiento del mismo virus ha puesto de manifiesto, sino porque el consumidor está sensibilizado en este sentido", dice. Además, añade que otras estrategias recomendables son establecer acuerdos con las compañías áreas y los operadores turísticos para ajustar los precios a las zonas donde se haya reducido más el turismo y utilizar las redes sociales de manera eficaz. "No se trata solo de exponer el producto o el servicio, sino también de crear contenido relevante sobre la empresa o la destinación turística, que llame la atención del público y lo motive a utilizar el producto, involucrándolo en la recuperación de la actividad", señala.

Por su parte, el experto en turismo Pablo Díaz señala que las medidas de confinamiento previas fueron acertadas para trasladar una imagen seria de lucha contra el virus, "pero los rebrotes actuales trasladan una mala imagen de las regiones donde se están produciendo y pueden ser el contratiempo definitivo del sector turístico para este año allí donde tengan lugar".