La paga de la Generalitat a los sanitarios públicos sigue trayendo cola. Este jueves por la mañana, un grupo de enfermeras de centros privados, algunas de ellas preparadas con EPI, han protestado delante de las puertas de la conselleria de Salut en Barcelona por haber sido "discriminadas" de la paga que recibirán los trabajadores de la sanidad pública y de las residencias geriátricas.

Organizada por el sindicato de enfermería SATSE, la protesta ha incluido la entrega de una carta dirigida a la consellera de Salut, Alba Vergés, en la cual se le dice que las enfermeras de los centros privados sufren desigualdad con respecto a los profesionales de los centros privados concertados de SISCAT.

La representante de SATSE Privades, Eva Cedenilla, ha considerado que "recibir la misma paga compensatoria que se les ha dado en las residencias privadas y en los centros concertados es simbólico, pero significa un reconocimiento a nuestra tarea frente a la Covid-19".

También ha considerado que "se ha elogiado públicamente la tarea de los profesionales de la sanidad privada durante la crisis, pero a la hora de compensar económicamente nuestro trabajo cometen el error de despreciarnos y discriminarnos". La enfermera ha criticado que se haya aprobado un decreto que fija que los trabajadores de la privada no seríamos compensados por la tarea llevada a cabo durante la pandemia.

Críticas a la paga

Además del sector privado, los dos principales sindicatos, CCOO y UGT, ya criticaron esta medida del Govern el pasado mes de junio. Ambas organizaciones sindicales reprocharon al Ejecutivo de Quim Torra que no negociara la paga con ellos. También criticaron que el Govern no optara por devolver a los trabajadores las pagas que todavía se deben.

La paga anunciada por el Govern oscila entre los 350 y los 1.350 euros y va dirigida a los trabajadores del SISCAT, es decir, los centros sanitarios públicos, dejando fuera a los concertados y privados. Se distribuirán según la categoría profesional –medicina, enfermería, residente facultativo, residente de enfermería, técnico sanitario y otro– y el porcentaje de presencialidad durante la crisis –menos del 50%; entre el 50 y el 80% y más del 80%.