Uno de los principales atractivos de Ibiza se perderá este verano: las discotecas. El gobierno balear, siguiendo las órdenes del español, limitará el ocio nocturno a locales que no superen el aforo de 300 personas y por lo tanto se cerrarán las puertas de las principales discotecas de las islas, también en Mallorca. La obligación de suprimir las pistas de baile y poner sillas para que toda la clientela pueda estar sentada e incluso plantearse no abrir hasta el año que viene o cuando se tenga una vacuna efectiva contra el coronavirus son una realidad.

Uno de los puntos de referencia de la fiesta en Ibiza, Ushuaia, ya ha emitido un comunicado donde lamenta la decisión pero consideran que "la prioridad y la consideración, ahora mismo, es la salud de todo el mundo", y ya trabajan enfocados al 2021. Otras grandes discotecas de gran formato como Pacha, la semana pasada anunciaban el esperado retorno para este verano y todavía no se han pronunciado. Además, no se harán excepciones por los grandes centros como Magaluf, Playa de Palma o Sant Antoni los que tampoco se podrán coger a la ley del aforo limitado.

El documento que regule el ocio balear se aprobará hoy. El consejero de Turismo, Iago Negueruela, del gobierno de la presidenta Francina Armengol se reunió ayer con Jesús Sánchez, presidente de la Asociación Balear del Ocio Nocturno y Entretenimiento (Abone). Los empresarios del sector piden ayudas económicas para compensar las pérdidas. Tan sólo 40 clubs ibicencos generan 300 lugares de trabajo directos y 150 indirectas.