La estatua conocida como La gran sirena (Den Store Havfrue), obra del escultor danés Peter Bech, será retirada de su ubicación actual en el Fuerte Dragor, cerca de Copenhague (Dinamarca), después de haber sido considerada "pornográfica" por parte de críticos, medios de comunicación y autoridades culturales. La estatua, inspirada en el popular cuento La Sirenita de Hans Christian Andersen, ha sido repudiada por críticos de arte como Mathias Kryger, que la ha tildado de "fea y pornográfica" en el diario Politiken, mientras que la periodista Sorine Gorfredsen ha denunciado que la pieza representa "el sueño erótico alocado de un hombre", y que llenar el espacio público de cuerpos ideales solo contribuye a la asfixia estética colectiva. El autor, por su parte, defiende que los pechos de la sirena son "de un tamaño proporcional" y que no entiende el alboroto. El caso contrasta con el de otra estatua inspirada en el mismo cuento de Christian Andersen escrito en 1837, la de La Sirenita de Copenhague (Den Lille Havfrue), símbolo icónico de la ciudad y del mismo país en todo el mundo.

La noticia de la retirada de La gran sirena ha dado pie a las comparaciones con La Sirenita de Copenhague. Mientras la sirenita clásica, obra de Edvard Eriksen, es un símbolo melancólico, emblemático y delicado, la gran sirena de Bech es mucho más grande, explícita y provocativa, lo cual ha generado rechazo y controversia. ¿Pero qué diferencias físicas tienen las dos estatuas? El contraste engloba desde el tamaño y la composición, hasta el estilo y el simbolismo de una y otra. Representan dos miradas completamente diferentes de la mujer, y aunque las dos la representan en la desnudez.

La escultura de la sirenita, que en danés se llama La pequeña señora del mar (Den Lille Havfrue) es la figura más reconocida de Copenhague, un icono cultural del país y se encuentra protegida patrimonialmente. La estatua es de bronce, mide aproximadamente 1,25 metros de altura y pesa en torno a 175 a 180 kilos. Está situada en el puerto, sobre una roca, simboliza la melancolía y el sacrificio de la sirena que renunció a su vida en el mar por amor a un príncipe humano. Además, la Sirenita es un monumento muy visitado que atrae a miles de turistas cada año, consolidándose como un emblema turístico y cultural que refleja el legado literario y folclórico danés. La estatua fue esculpida por Edward Eriksen en 1909 y fue colocada en su emplazamiento actual, sobre una roca en el puerto de la Copenhague, en el Parque Langelinie, el 23 de agosto de 1913. La estatua fue encargada por el empresario cervecero Carl Jacobsen y donada a la ciudad de Copenhague.

La gran sirena, en cambio, está hecha de granito y tiene unas dimensiones monumentales de 4 metros de ancho y seis metros de alto, y pesa 14 toneladas. La misma Agencia Danesa de Palacios y Cultura ha pedido la retirada del espacio público, porque "no se alinea con el patrimonio cultural del monumento de 1910".

Cuando Bech creó la estatua, en 2006, La gran sirena se colocó inicialmente en el muelle de Langelinie, en Copenhague, cerca de la estatua de la sirenita original, situada en una roca al lado del agua. No obstante, fue retirada en 2018 en un nuevo emplazamiento después de las quejas de los vecinos la denunciaran como una "sirena falsa y vulgar". Fue trasladada en un lugar menos visible, el Fuerte Dragor y ahora, su futuro es incierto, aunque se han removido propuestas de reubicarla en otro emplazamiento menos polémico.