Cinco años después, el Departament d'Educació ha desencallado el concurso de licitación para imprimir los títulos de ESO, bachillerato y Formación Profesional de toda Catalunya, tal como ha avanzado Catalunya Ràdio este miércoles. Así, a partir de ahora se irán imprimiendo los cerca de 800.000 títulos pendientes de que se han ido acumulando desde 2020. Se hará de manera progresiva: unos 300.000 cada año, empezando por los más antiguos, según ha detallado la directora de Atención a la Familia y la Comunidad Educativa, Laura Brunet. Hasta ahora, los alumnos recién graduados que necesitábamos demostrar que tenían estas titulaciones tenían que presentar resguardos sustitutorios —que solo tienen validez dentro del Estado—.
¿Por qué se ha tardado tanto en resolver la situación? Hasta ahora no se había podido adjudicar de nuevo la impresión de títulos, desde que en 2020 acabó el contrato con la empresa que lo hacía hasta entonces. El motivo que alegaba el Departament era la tensión y la competencia comercial entre las diversas empresas que luchaban por estos contratos con la administración pública, lo que se tradujo en varios recursos interpuestos a las licitaciones de los años 2021, 2022 y 2023. Así, los tribunales las impugnaron o bien los concursos quedaron desiertos porque el gobierno vio carencias de seguridad —los títulos oficiales se imprimen con papel emitido por la Fábrica de Moneda y Timbre, que requiere una custodia muy estricta para evitar irregularidades—.
Solo se han imprimido un tercio: por la vía rápida
Así las cosas, estos últimos cinco años Educació solo ha podido adjudicar contratos de urgencia para imprimir los títulos que han reclamado a los estudiantes que se han ido a estudiar fuera de España y necesitaban el documento oficial para acreditar el expediente, por lo que no les valía con el resguardo. Esta vía rápida permite obtenerlo en unos 10 días o dos semanas a muy tardar. El resto —cada año se gradúan de secundaria y FP unas 150.000 personas en Catalunya, de media— han tenido que esperar. Se trata de un problema que también sufren los graduados en las escuelas oficiales de idiomas de la Generalitat, que hace años que también esperan sus títulos. Así, de acuerdo con los datos que aporta la radio pública catalana, la Generalitat tendría que haber entregado más de un millón de títulos oficiales entre 2020 y 2024, pero solo ha entregado una tercera parte: unos 380.760 títulos.
Nota positiva después de una semana horribilis en Educació
De esta manera, el Departament d'Educació que ahora encabeza la socialista Esther Niubó se quita un peso de encima, el problema con las impresiones que la conselleria acarreaba desde la época de Josep Bargalló (Esquerra Republicana). Así, una buena noticia después de una semana horribilis para Educació, que ha estado en el ojo del huracán por el desbarajuste con la adjudicación de plazas de maestros y profesores para el próximo curso, que ha obligado a repetir el proceso y ha llevado al cese del director de Plantillas por haber dado una orden en contra de la normativa que ha hecho que unos 800 interinos pasen por delante de funcionarios.