Los desalojados del Institut B9 de Badalona siguen sin saber dónde ir, después de que el pasado miércoles tuvieran que abandonar a la fuerza el edificio de titularidad municipal, situado entre los barrios del Carme y Sant Roc. La policía desmontó el campamento que los migrantes afectados montaron en la plaza frente al instituto, y los que aún no se han rendido, unas decenas de personas han pasado la tercera noche a la intemperie y han buscado refugio de la lluvia bajo el puente de la salida de la C-31, a unos 200 metros de donde se les echó. El alcalde Xavier García Albiol, sin embargo, ya ha advertido de que les obligará a desmontar las tiendas. "No se permite la acampada en nuestra ciudad", ha dicho Albiol, en declaraciones al programa Via Lliure de RAC1. "No permitiré que se consolide un campamento", ha remachado, y aunque ha añadido que se tendrá "mano izquierda" por la lluvia, no quiere que la situación "se alargue en el tiempo". El alcalde del PP ha insistido en que no está dispuesto a “normalizar” la ocupación en el espacio público, y que hará cumplir las ordenanzas municipales. Entidades sociales que apoyan al colectivo buscaron el viernes ubicaciones alternativas ante la amenaza de lluvia y concluyeron que este era el lugar más adecuado para cobijarlos.
Son unos cuarenta migrantes, la mayoría subsaharianos, que formaban parte de los cerca de 400 ocupantes del Instituto B9, y que no saben dónde ir. El resto se ha diseminado por la misma Badalona o ha buscado alternativas en municipios vecinos. Los que se han quedado bajo el puente no pueden hacer fuego, se protegen bajo alguna tienda de campaña, y la única ayuda que reciben proviene de las entidades sociales y de algunos vecinos que les han llevado mantas, agua y comida. La Generalitat ha propuesto la apertura de un albergue, pero el consistorio lo ha rechazado diciendo que tiene deficiencias estructurales. La abogada de algunas de las personas desalojadas, Mireia Salazar, también ha hablado en el programa de RAC1, y ha responsabilizado al Ayuntamiento de Badalona de la situación, pero también al Gobierno de la Generalitat. “No queremos lamentar más daños de los que ya sufren”. Salazar considera especialmente grave la situación, teniendo en cuenta la situación meteorológica de este fin de semana: "Protección Civil ha activado una alerta y, a pesar de ello, no tenemos ninguna respuesta institucional". La Generalitat, sin embargo, se quita la responsabilidad de encima y recuerda que la competencia es del Ayuntamiento. Aseguran que desde Derechos Sociales e Inclusión han atendido a una sesentena de las 400 personas que estaban dentro del espacio, pero admiten que no se ha podido dar respuesta a todo el mundo.
Y el Ayuntamiento mantiene su postura inflexible, a pesar de las críticas de “racismo institucional” y falta de apoyo a los desalojados que está recibiendo Albiol por parte de los organismos internacionales como la ONU y del gobierno español y el gobierno de la Generalitat. "¿Lo que tiene que hacer el ayuntamiento es dar una vivienda o pagar una pensión a 400 personas que ocupaban ilegalmente un inmueble? ¿Es esto?", se ha preguntado en voz alta el alcalde de Badalona, quien se pregunta: "¿Y si llegan 400 más, también lo tenemos que hacer? Los que hacen estos planteamientos sí que utilizan a estas personas", ha espetado Albiol, que ha sentenciado que "no se puede acoger absolutamente a todo el mundo". "Los recursos materiales y económicos son finitos y no se estiran como un chicle", ha recalcado el alcalde de Badalona, que ha recordado que los 400 migrantes ocupaban "ilegalmente" el antiguo instituto B9.
Albiol ha menospreciado las críticas de los relatores de la ONU sobre el desalojo del antiguo instituto, que han alertado de que puede ser una “grave violación” de los derechos humanos. "Debe ser una broma. Para empezar, no han pedido la opinión del Ayuntamiento de Badalona, y mucho menos de su alcalde", ha lamentado el alcalde popular. "Y segundo, ¿la ocupación ilegal es un delito y yo lo tengo que aceptar? ¿Por un tema de derechos humanos? ¿Gente que lleva dos años haciendo la vida imposible a los vecinos de la zona?", ha cuestionado Albiol, que ha detallado que unas 30-40 personas de la B9 sí que estaban controladas y atendidas por los Servicios Sociales de Badalona. "Y el día del desalojo había dentro una unidad con diez trabajadores de Servicios Sociales para atender a todas las personas. Solo una cincuentena se acercaron", ha calculado Albiol, que ha insistido en que el espacio del antiguo instituto B9 es necesario para construir una comisaría entre los barrios de Sant Roc y el Remei. "Se trata de una zona con un problema de desestructuración social, con muchas viviendas con la luz pinchada. Hay que ponerle solución", ha concluido el alcalde de Badalona.