Denunciado por delito de odio el exinspector jefe de la policía española de València que afirmó en un acto de Vox que el delincuente español ya no existe y que "todos los migrantes que llegan en pateras son expresidiarios". Una treintena de organizaciones en defensa de los derechos de las personas migradas han interpuesto una denuncia en la Fiscalía Provincial de Valencia contra Ricardo Ferris, el ex alto cargo del Cuerpo Nacional de Policía que el ministerio de Interior destituyó después de confesar abiertamente prácticas de racismo sistemático, al decir que "la práctica totalidad de los detenidos que hace la Policía y la Guardia Civil son extranjeros, gente que viene de fuera". Sucedió en una mesa redonda del partido ultraderechista, en la cual también hizo un llamamiento a la ciudadanía para "dejar de ser pacíficos" ante "esta situación". Los delitos de odio al Estado están castigados con una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses.
 

Incitar el odio contra las personas extranjeras

De acuerdo con el escrito de denuncia, interpuesta por entidades como València Acull, Federación Unión Africana España, Por Tí Mujer, Colombia Tierra Querida o SOS Racismo del País Valencià ante la sección de tutela penal de igualdad y contra la discriminación de la Fiscalía Provincial de Valencia, los denunciantes reclaman al ministerio público que acusen al exinspector Ferris de incitar el odio contra las personas extranjeras. En concreto, según recuerdan las organizaciones en el texto, Ferris equiparó la inmigración con la delincuencia y atribuyó todos los delitos que se cometen a las personas extranjeras, en un acto organizado el 14 de octubre pasado por Vox y la Fundación para la Defensa de la Nación Española, apoyado por la asociación Una Policía para el Siglo XXI. Además, agregan que el excomisario instó públicamente a la violencia, cuando hizo un llamamiento "actuar y poner cara a la situación actual" y afirmó que "los españoles somos un pueblo pacífico, pero desgraciadamente tendremos que dejar de serlo". En la misma línea, aseguró que "hace unos cinco años que no trabajamos con delincuentes nacionales", al mismo tiempo que ironizó que cuando detienen a algún español "en vez de llevarlo al juzgado" tendrían que trasladarlo "al centro de especies protegidas del Salero".

Creen que ya tenía antecedentes por racismo

En cuanto al delito de odio, las organizaciones denunciantes recuerdan que se contempla en el artículo 510.1.a del Código Penal y está castigado con una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a 12 meses. Desde la Dirección General de la Policía Nacional, después de conocerse los hechos, acordaron relevar en Ferris de su cargo y abrieron una información reservada para aclarar "todos los detalles" con relación a su participación en este acto y depurar las responsabilidades. Los denunciantes exponen en el texto remitido en la Fiscalía a que Hierres fue presentado "no como un particular, sino como inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía y jefe de la comisaría Centro de Valencia y asesor de tres delegados del Gobierno, entre otros cargos". Recuerdan, en este sentido, que Hierres fue "coordinador de la Policía Nacional en el barrio de Ruzafa", y que en el 2003, durante la presentación de un plan de intervención policial en el barrio -con el difunto Juan Cotino como delegado del Gobierno y Miquel Domínguez (también del PP) como concejal de Seguridad Ciudadana- "ya identificó a migrantes con delincuentes al asegurar que antes de seis meses, o abandonan el barrio como centro de operaciones o estarán todos en la prisión o en sus lugares de origen". Por su parte, el sindicato policial Jupol anunció que acudirá a los tribunales para denunciar el cese de Ferris, y acusó de "poca valentía" a la Jefatura Superior y la Dirección General de la Policía al alegar motivos organizativos para apartarlo de sus funciones, en vez de racismo.