¿Cómo se creó la Vía Láctea? ¿Qué pasó después? ¿Tardó mucho al ser como la conocemos ahora? Un estudio liderado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha descubierto la secuencia de acontecimientos que dieron lugar a la Vía Láctea. Según detalla un estudio, el universo de hace unos 13.000 millones de años era muy diferente al actual. Las estrellas se formaban a un ritmo vertiginoso, creando las primeras galaxias, fusión de la cual daría lugar a galaxias mayores, incluyendo la nuestra.

Sin embargo, los hechos que dieron lugar a la Vía Láctea eran hasta ahora desconocidos. "Hemos analizado y comparado con modelos teóricos la distribución de colores y magnitudes de estrellas en la Vía Láctea, diferenciando entre varios componentes: la denominada aureola estelar y el disco grueso", expone a Carme Gallart, investigadora del IAC y autora del artículo que se publica este martes en la revista Nature Astronomy.

De esta manera, medidas precisas de posición, brillo y distancia por aproximadamente, un millón de estrellas de la Galaxia en un radio de 6.5000 años luz en torno al sol, aportadas por el telescopio espacial Gaia, han permitido a un equipo del IAC ver sus etapas iniciales.

Estudios anteriores habían descubierto que la aureola galáctica presentaba muestras inequívocas de estar formada por dos componentes estelares diferentes, una dominada por estrellas más azules que la otra. La forma de moverse de las estrellas de la componente azul pronto permitió identificarla como los restos de una galaxia pequeña que impactó con una primigenia Vía Láctea.

A pesar de todo, la naturaleza de en población roja y el momento de fusión entre Gaia-Encélado y Galaxia no se habían descubierto hasta ahora. "El análisis de datos de Gaia nos ha permitido obtener la distribución de edades de las estrellas de ambos componentes y ha mostrado que las dos están formadas por estrellas viejas, con una media de edad mayor que la del disco grueso," indica el también investigador del IAC y coautor de la investigación, Chris Brook.

Además, añade que "las estrellas de la componente azul contienen una cantidad menor de metales que las de la componente roja". Estos hallazgos, sumados a predicciones de simulaciones cosmológicas, también analizadas en el estudio, permitieron completar la historia de la formación de la Vía Láctea. Hace 13.000 millones de años se empezaron a formar estrellas en dos sistemas estelares diferenciados que después se fusionaron: una galaxia pequeña llamada Gaia-Encélado y otro, el progenitor de la Vía Láctea, unas cuatro veces más masivo y con mayor cantidad de metales.

El sistema más masivo sufrió hace 10.000 millones de año un violento impacto con Gaia-Encélado​. Como consecuencia, algunas de sus estrellas y las pertenecientes a Gaia-Encélado, adquirieron movimientos caóticos, pasando a formar parte de la aureola de la Vía Láctea. Después de eso, tuvieron lugar violentos brotes de formación estelar hasta hace 6.000 millones de años, cuando el gas se va dipositó en el disco de la galaxia dando lugar al conocido como disco fino.

"Hasta ahora, tanto las predicciones cosmológicas como la observación de galaxias espirales lejanas similares a la Vía Láctea indicaban que esta fase violenta de fusión de estructuras menores era frecuente", aclara Matteo Monelli, investigador del IAC y coautor de la investigación.

Así, se ha conseguido particularizar este proceso en la Vía Láctea, descubriendo de esta manera las primeras etapas de la historia cósmica con un detalle sin precedentes.