Un estudio del Hospital Sant Joan de Déu ha revelado que uno de cada tres niños y adolescentes "no descansa las horas de sueño necesarias", hecho que repercute directamente en la salud física y mental de los menores, en su rendimiento académico y en su estado emocional. La investigación, recogida en el último informe FAROS de la Escola de Salut del centro hospitalario, se ha presentado este martes y alerta también de que el 52% de los adolescentes duerme menos de ocho horas y que uno de cada tres niños presenta un trastorno o alteración del sueño. Entre los más frecuentes destacan el insomnio, que afecta a un 30% de los niños entre seis meses y cinco años; enfermedades respiratorias o del sistema nervioso que provocan somnolencia diurna, y trastornos del ritmo del sueño que se caracterizan por un retraso con el inicio del sueño nocturno, el sonambulismo o los terrores nocturnos.

La falta de horas de sueño repercute en el rendimiento escolar

El coordinador del grupo de Son i Cronobiologia de l'Associació Espanyola de Pediatria, Gonzalo Pin, ha explicado que estos datos son "especialmente preocupantes" en adolescentes, ya que más de la mitad duerme menos de ocho horas. Concretamente, el estudio indica que en el 24% de los casos esta falta de horas de sueño se ha relacionado con "un peor rendimiento escolar". En este sentido, el informe expone que un 17% de los niños españoles van con sueño en la escuela, un 4% se duerme en clase, y un 84% tienen dificultades para despertarse.

Con respecto a los horarios académicos, Pin ha asegurado que son uno de los principales factores que favorecen los trastornos del sueño y ha lamentado que las clases en los institutos empiecen a las ocho de la mañana, ya que los adolescentes "se tienen que dormir y levantar más tarde". De hecho, ha añadido que los niños y adolescentes necesitan más horas disponibles fuera de la escuela y ha apuntado que a veces este tiempo lo sacan de las horas de sueño. "Hay una relación recíproca entre rendimiento escolar y descanso. Es importante saberlo porque si se sientan unas buenas bases para la adquisición de hábitos de sueño saludables, también se estará trabajando por un mejor rendimiento escolar", ha explicado la jefe de la unidad de Trastorns del Son del hospital, Òscar Sans.

El sueño de calidad, estrechamente ligado a los hábitos de vida saludables

El estudio recuerda que para tener un sueño de calidad hace falta tener unos buenos hábitos de alimentación, practicar deporte habitualmente y seguir horarios o rutinas cada día. Todo eso, sumado a un sueño de calidad, contribuirá a regular de manera adecuada el ritmo circadiano. Aparte de disminuir el rendimiento escolar, la falta de sueño también provoca alteraciones en el crecimiento, la conducta y la salud, con más predisposición en la obesidad, la hipertensión o la diabetes. Por eso, Sanos ha pedido "repensar la importancia del sueño" a todos los niveles e incluirlo como pilar del "edificio de la salud".

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