El Ayuntamiento de Barcelona quiere que las guarderías municipales empiecen el curso escolar el 12 de septiembre y no el 5, tal y como pretende el Departament d’Educació para educación infantil y primaria con el nuevo calendario escolar. Así pues, el consistorio de Ada Colau quiere que el inicio del curso no se altere, como sí quiere el Govern de la Generalitat, y que empiece el día después de la Diada Nacional de Catalunya, como ha sido hasta ahora. El Ayuntamiento trasladará esta propuesta a los sindicatos y direcciones de los centros en una reunión este martes por la tarde que han recordado que su planteamiento "va en la línea" de lo que reclaman las guarderías. Tal y como informa Europa Press a través de fuentes municipales, el gobierno de Colau propone pactar una moratoria de un año para negociar las condiciones y buscar un consenso que permita avanzar el calendario de cara al curso 2023-2024.

Esta moratoria recuerda a la petición que ya hizo el Consell Escolar, el órgano consultivo formado por representantes diversos de la comunidad educativa que pidió al conseller Josep Gonzàlez-Cambray y el Govern a no avanzar el inicio del calendario en el 2022-2023, y hacerlo en el 2023-2024. Sus dictámenes no son vinculantes, pero así lo pidió al Departament d’Educació, que rechazó la petición del Consell Escolar y se mantuvo firme en la decisión de empezar el curso el cinco de septiembre. Así mismo, el teniente de alcalde de Cultura y Educación, Jordi Martí, defendió la necesidad de dialogar y buscar un consenso con la comunidad educativa, ya que vio "un punto de precipitación" en la decisión de la Generalitat de avanzar el calendario.

Mientras, la conselleria ya ha efectuado trámites administrativos que refuerzan el nuevo inicio de curso: ha avanzado los plazos para los nombramientos de profesores interinos, ha fijado que estén disponibles para sus centros de destino antes del 5 de junio y ha publicado antes de lo que era habitual la resolución de plantillas. De hecho, el Departament de Cambray comunicó a la prensa esta publicación el día después que los sindicatos educativos boicotearan un acto de Cambray en la Universidad de Barcelona. El conseller se vio obligado a cancelarlo, y los representantes de maestros y profesores ya han advertido que su intención es boicotear cualquier acto de Cambray hasta que el Departament no aceptara las peticiones que llevaron a los sindicatos a ocupar las calles de Barcelona durante el pasado mes de marzo. Pero con la publicación de la resolución de plantillas, el Govern hizo oficial que rompía las negociaciones y la posibilidad de llegar a cualquier acuerdo con el comité de huelga. Se avecina un final de curso con presencia de profesores en las calles.