Los paneles luminosos de las carreteras de Mallorca vuelven a estar en catalán, después de que la denuncia de Plataforma per la Llengua haya tenido efecto. La semana pasada estalló la polémica porque en las carreteras Ma-1, Ma-13 y Ma-19 había paneles de información vial con indicaciones únicamente en castellano y topónimos con formas "no oficiales", tal como señaló la entidad en defensa del catalán. Por ejemplo, se podía leer "Paguera" o "Pil-alari", en vez de los nombres oficiales Peguera y Es Pil·larí, y había otras indicaciones redactadas íntegramente en castellano, como Aeropuerto y Puerto, en lugar de "Aerport" y "Port".

La plataforma por el catalán le reprochó los topónimos en castellano al Consell de Mallorca, ahora en manos del PP y de Vox, y el organismo insular les señaló que la gestión de los paneles no es suya, sino que corresponde a la Dirección General de Tráfico (DGT) del Gobierno. Pocos días después, los carteles ya se han cambiado al catalán, una acción ágil de la DGT que los denunciantes han celebrado. Con todo, Plataforma per la Llengua lamenta que "haya habido que denunciarlo para que la institución actuara". A fin de que la situación "no se repita", la entidad se quiere reunir cuanto antes mejor con el director insular de Infraestructuras y Movilidad, Rafel Gelabert, para exponerle su inquietud sobre la cuestión.

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Panel en castellano en Mallorca antes del cambio / Plataforma per la Llengua

Plataforma per la Llengua considera que la señalización en castellano en las carreteras mallorquinas "suponía un retroceso del catalán" y lo han denunciado como "una vulneración del marco legal que protege el uso de la lengua propia de las Islas Baleares, al ámbito institucional y público." La entidad recuerda que la Ley 3/1986, de normalización lingüística en las Illes Balears, los topónimos "tienen como única forma oficial la catalana". Así, apunta la Plataforma, "cualquier letrero, indicador o cartel que haga referencia tiene que respetar, por lo tanto, esta normativa". También recuerdan que con respecto a la señalización pública, esta se tiene que hacer según lo que indica el artículo 15, "en lengua catalana, acompañada, si hace falta, de signos gráficos que faciliten la comprensión a los no catalanohablantes", mientras que la rotulación en catalán y castellano "se hará cuando así lo aconsejen las circunstancias sociolingüísticas".

"Es especialmente grave"

"La presencia del catalán en exclusiva en la señalización pública no solo es una obligación legal, sino también una herramienta fundamental para la cohesión social y la igualdad lingüística. Más todavía: un paisaje lingüístico normalizado es el mejor ambiente para el aprendizaje del catalán por parte de los recién llegados, que viven la necesidad y la utilidad de aprender la lengua del lugar que los acoge", valora la entidad denunciante, que, en un contexto que califican como "emergencia lingüística", consideran que utilizar topónimos en castellano "es especialmente grave".