El conseller de Interior, Miquel Buch ha dicho hoy que a "alguien le preocupó más" aquello que había escrito en la pancarta contra la presencia del Rey en Barcelona durante los actos del 17-A que la "seguridad" del acto. Ha dicho que el Gobierno "no "cuestiona" la libertad de expresión y que la pancarta no se puede prohibir

Un grupo de independentistas colgó ayer de un edificio de la plaza Catalunya de Barcelona una pancarta de grandes dimensiones contra la asistencia del Rey a los actos de homenaje de las víctimas de los atentados de ahora hace un año en la cual se podía leer en inglés: "El Rey de España no es bienvenido en los países catalanes".

La Delegación del Gobierno pidió ayer información a los Mossos d'Esquadra y al Ayuntamiento de Barcelona para determinar si la lona "dificultaba la plena seguridad" del acto, ya que impedía el control de varios ventanales con vistas directas en la plaza Catalunya. En declaraciones al programa Vía Libre de verano de RAC1, Buch ha considerado que a "alguien le preocupó más aquello que había escrito en la pancarta contra el Rey que la seguridad".

El titular de Interior de la Generalitat ha explicado que trasladaron de oficio en el Ayuntamiento si la pancarta contra el Rey tenía que estar o no, aunque ha precisado que desde el Gobierno no se cuestionó la libertad de expresión.

Los Mossos tienen que tener toda la información

Por otra parte, en materia antiterrorista, Buch ha defendido que la policía autonómica catalana tiene que tener acceso a toda la información, así como poder participar en todos los foros como "miembro de pleno derecho".

El conseller, en este sentido, confía en que el "talante" del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez sea un "buen camino por solucionar" estas cuestiones.

Sobre el cerebro de los atentados del 17-A, el imán de Ripoll, Se Satty, Buch afirma que Satty no era confidente de los Mossos pero sí, del CNI. "Los Mossos conocían los antecedentes pero no estaban relacionados con el terrorismo", dice.