La británica Freda Jackson ha reclamado que le devuelvan el dinero de sus vacaciones en Benidorm alegando a la agencia que le vendió el viaje que en su hotel "había demasiados españoles", a los que califica de "muy groseros", según explican los tabloides británicos que han publicado la historia, entre ellos Daily Mirror y Daily Star

Jackson, de 81 años, destacan los diarios, acabó llorando al acabar su viaje, de dos semanas. "El entretenimiento en el hotel estaba hecho por y para españoles. ¿Por qué los españoles no se marchan a otro lugar en sus vacaciones?", se queja la mujer. Jackson añade que la mala educación de los turistas españoles "nos puso de los nervios".

La historia tiene gracia pero también trampa. En realidad, el qué de la cosa es otro: el operador turístico Thomas Cook no atendió bien a las dos mujeres. como también explican los diarios sensacionalistas británicos, aunque prefieren titular por la rudeza de los españoles.

Jackson viajaba con una amiga de 61 años y ambas sufren problemas de movilidad. Fueron alojadas por la agencia en un hotel en pendiente aunque habían pedido accesos a pie plano. El hotel se portó bien. "En recepción nos dijeron que nos habían puesto en la planta 14". Tras explicar sus problemas físicos, "afortunadamente, nos trasladaron a la segunda planta, aunque todavía teníamos que bajar 42 escalones para llegar a la piscina", explica la mujer.

La agencia tampoco les avisó de que sus vuelos habían cambiado una vez ellas ya estaban en el aeropuerto de Manchester para salir hacia Alicante. Freda Jackson explica también que durante las vacaciones no tenía a disposición ningún representante de la agencia a quien hacer llegar sus quejas.

La agencia ofreció a las mujeres un vale de 75 libras como compensación. Como Freda y su amiga no cedían, les han ofrecido un descuento del 50% del precio del paquete turístico, de 1.133 a 566 libras.

Thomas Cook es la tercera agencia de viajes del mundo, uno de los gigantes del turismo mundial. Emplea a 22.000 personas en cerca de 3.000 oficinas por todo el mundo, que tratan con 22 millones de clientes. En el 2017 facturó (pdf) más de 10.000 millones de euros. Naturalmente, es uno de los grandes anunciantes de la prensa popular británica. Por aquí aprieta el zapato a los citados diarios y por eso titulan por la grosería de los turistas españoles.