La Guàrdia Urbana de Badalona requisará los patinetes eléctricos que circulen sin seguro o con el motor manipulado. Es una de las grandes novedades que incluye la nueva ordenanza municipal que entra en vigor este lunes y que regula el uso de vehículos de movilidad personal. El patinete eléctrico, cada vez más utilizado entre la población como medio de transporte alternativo, con un perfil de usuario muy joven (un 71% se corresponde a personas de entre 26 y 35 años, según un estudio del RACC), se ha convertido en un problema en algunas ciudades, como Barcelona, ante su falta de regulación cuando irrumpió en las calles del país, pero ante este auge, los ayuntamientos ya han empezado a aplicar diferentes normativas para regularlo. Así, en la cuarta ciudad de Catalunya, por detrás de Terrassa, l'Hospitalet y Barcelona, el pleno aprobó una nueva ordenanza, para, según su alcalde, Xavier García Albiol, acabar "con la impunidad de los que circulan con patinete y lo usan para delinquir". "En esta ciudad, quien no cumpla las normas será sancionado", advirtió el alcalde, que aseguraba que estas nuevas normas eran imprescindibles para garantizar la seguridad de los usuarios y de los peatones. 

Entre los elementos más destacados de la ordenanza estaba la requisición si el usuario no contaba con una póliza de seguro de responsabilidad civil vinculada con el patinete y si el vehículo tenía alteradas o manipuladas las condiciones de su homologación, es decir, el motor trucado. Además, estas infracciones se consideran "muy graves" y conllevan una multa con un importe de hasta 600 euros. Se incluyen dentro de estas sanciones exceder en más de un 50% la velocidad máxima autorizada, circular de forma temeraria, poniendo en peligro la seguridad de los peatones, por vías o zonas prohibidas y con tasas de alcohol superior a las permitidas o con la presencia de drogas. Hay que tener en cuenta que el ayuntamiento ha establecido una moratoria de un mes, durante el cual la policía informará a los usuarios de las obligaciones antes de las sanciones, que se empezarán a aplicar el 20 de noviembre. Aparte de las sanciones graves también las hay leves, con un coste de 150 euros, que se aplicarán cuando los usuarios vayan sin casco, conduzcan con auriculares o haya más de una persona sobre el patinete. Si quien conduce el patinete tiene menos de 15 años o se supera el límite de velocidad, la multa será de 300 euros.

"A favor de la seguridad"

El alcalde de la ciudad, en declaraciones a los medios, ha asegurado que la intención detrás de esta nueva ordenanza no es recaudatoria, sino poner límites a una situación que se estaba descontrolando en la ciudad, especialmente en barrios como la Salut o Llefià. Además, ha querido dejar claro que su intención no es ir en contra de un medio de transporte que se ha establecido ya en todo el país, sino "en favor de la seguridad" del conjunto de la ciudadanía.