Los Mossos d'Esquadra siguen investigando los ataques que tres hombres hicieron contra cajeros automáticos del Banco Santander y del Banco Sabadell de Barcelona durante los meses de julio de 2022 y junio de 2023 con petardos de fabricación casera que habían aprendido a hacer después de autoformarse con tutoriales descargados de internet y con productos que son fáciles de conseguir en el mercado. El caso, bautizado como Phiros, ha explotado estos últimos días y la Comisaría General de Información (CGINF) ha relacionado a los autores de los ataques, a quienes imputan siete ataques con explosivos, con el anarquismo violento y han identificado a uno de ellos como el líder grupo, el principal investigado.

Se trata de un vecino de Barcelona de 35 años, con formación y sin antecedentes, de nacionalidad española y con simpatía con el movimiento anarquista violento. Era el encargado de fabricar, en su casa, los explosivos que después, junto a los otros investigados, utilizaban para hacer saltar por los aires cajeros automáticos en los distritos de Sant Martí y el Eixample, en Barcelona, en una supuesta guerra contra el capital. En la detención del hombre en su casa, donde se encontraron los productos que utilizaba para hacer los petardos, también encontraron drogas, y los investigadores sospechan que más allá de su actividad antisistema, su modus vivendi era la venta de drogas. Los Mossos, más allá de su manía antisistema, también creen que estaba "obsesionado" con la fabricación de explosivos.

Propaganda antisistema y flirteo con la venta de droga

La propaganda que incluía en los petardos que después accionaba contra cajeros —y un supermercado, que no llegó a hacer estallar, y sirvió a los Mossos para poder estirar el hilo de la investigación— era de carácter antisistema, y en casa del detenido, que ha acabado ingresando en la prisión, también se ha encontrado documentación y contenido que lo puede vincular con el anarquismo violento. Pero los detenidos no reivindicaban las acciones y también las difundían en redes sociales, un hecho que ha complicado mucho la resolución del caso.


La investigación hecha por la Comisaría General de Información ha sido larga y se han tenido que revisar centenares de horas de grabaciones hasta que se ha podido aclarar quién había detrás de los petardos. Sin antecedentes y sin ninguna vinculación a ningún grupúsculo conocido, el trabajo de los Mossos ha sido muy complicado. Después de la publicación por parte de ElNacional.cat, en octubre de 2022, de algunos de estos ataques, los implicados detuvieron su actividad y tomaron más medidas para evitar ser pillados por la policía.

Explosivos caseros pero evolucionados y lesivos

Los explosivos que utilizaban, según han podido comprobar los especialistas en explosivos de los Mossos d'Esquadra, eran de fabricación casera y, si bien rudimentarios, eran muy lesivos, con mucha carga de pólvora y evolucionados con relación a los primeros que se detectaron. Aunque no forman parte de la investigación del caso Phiros, los artificieros de los Mossos han podido relacionar un ataque a una cabina telefónica de inicios de 2022 con el principal investigado. Creen que con el ataque a la cabina inició las pruebas de los explosivos que después utilizó para hacer saltar por los aires los cajeros automáticos. El explosivo que los Mossos pudieron recuperar de un supermercado fue clave para poder aclarar como los hacían y, al mismo tiempo, pudieron ver que la carga de pólvora, explosivo que él mismo fabricaba con mezcla de productos, era muy elevada y que incluso habría podido causar daños personales, si bien no era su intención.

Durante el registro en casa del hombre de 35 años que ha ingresado en prisión, los Mossos han encontrado siete petardos, dos de ellos con una carga de 160 gramos de explosivo (50 veces la que lleva un petardo fuerte comercial), listos para hacer acciones. Los Mossos están también analizando todos los dispositivos digitales que fueron intervenidos durante la entrada judicial en su casa con el fin de poder encontrar más indicios y también posibles vinculaciones con otros grupos o personas relacionadas con el anarquismo violento.

Vinculación anarquista

Sin embargo, el subjefe de la Comisaría General de Información, el intendente David Sánchez, ha explicado que la adscripción de personas a movimientos de este tipo ya no se hace con una pertenencia activa. Como también pasa con el terrorismo islamista, las personas que actúan lo hacen por simpatía y replicando modelos de actuación, pero no reciben órdenes directas de los jefes de las organizaciones ni tampoco tienen contacto con otros de los militantes de la causa violenta que comparten.