Como mínimo cuatro cajeros automáticos han saltado por los aires las últimas semanas en Barcelona. Detrás, según las informaciones recogidas por los Mossos d'Esquadra, no hay ladrones. Se trata de un grupo, todavía sin poder identificar, que se dedica a sabotearlos con explosivos. Es la conclusión a la cual han llegado desde la Comisaría General de Información de los Mossos, quien ha asumido la investigación del caso.

Esta noche, y según ha podido saber ElNacional.cat, en torno a las tres y cuarto ha explotado uno en la calle Marina, junto a la Sagrada Familia. El pasado 16 de octubre otro cajero también saltó por los aires a la calle Padilla, en el Eixample. En aquella ocasión, en torno a las seis, unos desconocidos, también sin la intención de robar, colocaron algún tipo de explosivo y detonó.

Sabotajes en cajeros con explosivos

Al igual que en la investigación de la explosión de la calle de Padilla, los Mossos han activado esta madrugada el grupo especial TEDAX de la policía catalana, los especialistas en desactivación de explosivos y en la investigación de explosiones. No ha trascendido cuál es el material que utilizan para hacer saltar los cajeros por los aires, todo y que sí que se ha confirmado, como en el caso del 16 de octubre y en dos más también registrados en Barcelona, que no parece que se hayan llevado dinero. Los vecinos han sentido una gran explosión y ha saltado una puerta metálica.

La investigación que están haciendo los Mossos d'Esquadra se enmarca en una acción de sabotaje, aunque todavía no se ha aclarado quien puede estar detrás. Hasta la fecha, ningún grupúsculo antisistema ha reivindicado la autoría y tampoco se enmarca en ninguna campaña internacional, o cuando menos, hasta donde han podido saber los investigadores que están detrás de este caso. Las investigaciones que hagan los expertos en explosivos de los Mossos ayudarán a reducir el círculo para intentar identificar, localizar y detener a los responsables de estos explosiones.

Barcelona, antigua capital antisistema

No es la primera vez que Barcelona vive una escalada de explosiones de este tipo. Al principio de los 2000 varias detonaciones destrozaron, con artefactos caseros, sedes de bancos a la capital de Catalunya. Por las investigaciones, todavía muy iniciales, la especialización de las explosiones sitúan la situación muy alejada de aquel momento, donde las detonaciones se hacían con bombonas de gas e incluso metralla. En ninguna de las cuatro detonaciones que los Mossos investigan ahora de las últimas semanas se tienen que lamentar daños personales, como sí que se registraron en los ataques de 2001, 2002 y 2003.