Coger setas no es gratis en todas partes. El Ajuntament de Alins, en el Pallars Sobirà, ha aprobado una ordenanza que fija una tasa de 5 euros al día para poder recolectar setas. Este pago permitirá recoger un máximo de 10 kilos por persona en las zonas boscosas del municipio. El alcalde de Alins, Manel Pérez, ha explicado a Pallars Digital que con esta medida se quiere evitar el descontrol que se vive en la Vall Ferrera durante la temporada. Pérez ha añadido que se quiere limitar el acceso masificado al bosque y también el de vehículos motorizados, además de evitar los efectos de los buscadores de setas en lugares muy frecuentados, como degradación, suciedad y desequilibrio medioambiental. Además, el alcalde ha detallado que la tasa servirá para el mantenimiento de las pistas y los espacios forestales.

Más municipios en Catalunya con tasas

Hace extensiva así la regulación de la Entidad Municipal Descentralizada de Araós, que hace casi una década que aplica esta ordenanza para minimizar el impacto de la afluencia masiva de buscadores de setas en el bosque, especialmente en los más frecuentados como el de Virós d'Araós, el de Virós d'Ainet de Besan, la montaña de Alins o a Àreu, en la Vall Farrera. Dentro de esta área protegida en el Parc Natural del Alt Pirineu, el Ajuntament de Esterri de Cardós también aplica una tasa por la recolección en los bosques de su propiedad. Concretamente, el Ajuntament de este pueblo cobra 3 euros por persona al día y un máximo de 10 de kilos en los bosques del municipio. Esta regulación también se aplica desde el año 2014 a la Vall d'Aran, que prohíbe la recogida de setas excepto a vecinos, residentes y turistas que pernocten en el valle.

La previsión era extender esta propuesta en bosques del Parc Natural del Alt Pirineu a los municipios de Sort, Rialp, Soriguera, Alt Àneu y Montferrer i Castellbò. No obstante, no se llegó a un consenso sobre si fijar una tasa para acceder al bosque, limitó la cantidad de setas por persona y estableció sistemas similares a los cotos de caza. En este sentido, el director de este Parc Natural, Marc Garriga, ha apuntado en los medios de la localidad que estas iniciativas municipales pueden ayudar a fomentar la conciencia de cuidar el entorno y los bosques, aunque "lo más interesante sería una regulación más amplia y ambiciosa que beneficiaría el territorio, evitaría situaciones de masificación y ayudaría a obtener beneficios de los recursos naturales", ha subrayado Garriga.

Masificación en los bosques

La ordenanza publicada la semana pasada en el boletín de la Diputación, el BOP, afecta tanto a los bosques de titularidad pública como privada y determina que "los titulares de fincas particulares podrán prohibir explícitamente la recogida de setas en los terrenos de su propiedad". La ordenanza también prohíbe recoger setas durante la noche y establece un horario que va desde una hora después de la salida del sol hasta una hora antes de la puesta. Los espacios estarán señalizados y se vigilará el cumplimiento de la norma.

La situación en el resto del Estado español es totalmente opuesta. La mayoría de comunidades del Estado tienen algún tipo de regulación, sea una limitación esporádica o permanente. En Andalucía, desde el 2015 está fijada la recogida esporádica de setas y trufas silvestres a 3 kilos. También en otras comunidades autónomas como Castilla y León, La Rioja y Aragón, la recolección se limita a 3 kilos por persona o un volumen aparente de 10 litros, con permisos esporádicos. En Galicia y el País Vasco se limita a 2 kilos por persona y día. En Castilla-La Mancha sube el límite hasta los 5 kilos. Por último, en el País Valencià sube a 6, y a 7 en Extremadura, mientras que en Navarra se limita a 30 setas por persona y día.