Las ballenas azules ingieren hasta 10 millones de piezas de microplástico al día. Así lo revela un estudio publicado a la revista Nature Communications de las universidades americanas del Estado de California y de Stanford. Según esta investigación, la actual contaminación de los océanos es más perjudicial para la ballena azul de lo que se creía. Y es que los fragmentos de plástico están en todas partes. Incluso, en los lugares más insospechados, desde los océanos más profundos hasta las montañas más altas. De hecho, se han llegado a encontrar dentro de órganos humanos y dentro de sangre humana.

Así pues, el trabajo de investigación, dirigido desde los Estados Unidos, ha estimado la cantidad de microplásticos que ingieren por día las ballenas azules de la costa de California. Pues bien, el equipo de investigación puso etiquetas a 191 ballenas azules, ballenas de aleta y ballenas jorobadas que viven en la costa de California para observar sus movimientos. "Es básicamente como un Apple Watch situado a espaldas de una ballena", explica Shirel Kahane-Rapport, investigadora de la Universidad Estatal de California y primera autora del estudio.

En este contexto, cabe mencionar que, principalmente, las ballenas se alimentan a profundidades de entre 50 y 250 metros, que es la "la zona de mayor concentración de microplásticos en la columna de agua del océano", ha indicado Kahane-Rapport a l'AFP. Concretamente, los investigadores han estimado la medida y el número de bocanadas de aire que hacen las ballenas diariamente y todos los elementos que llegan a absorber. Así, han dibujado tres escenarios diferentes. Pero el escenario más probable, según los autores del estudio, es que las ballenas comen hasta 10 millones de piezas de microplástico al día.

Más de mil millones de microplásticos al año

Durante la temporada de alimentación anual, de 90-120 días, ingerir 10 millones de microplásticos se traduce en un total de más de mil millones de microplásticos al año. De esta manera, el animal más grande de la Tierra también es, probablemente, el que más microplásticos ingiere, hasta 43,6 kilogramos al día, según el estudio. "Imaginád que lleváis unos 45 kilogramos adicionales, sí, sois una ballena muy grande, pero eso ocupa espacio", afirma Kahane-Rapport.Y se calcula que las ballenas jorobadas comen unos cuatro millones de microplásticos al día.

¿Cómo llegan los microplásticos dentro las ballenas?

Aunque es fácil imaginar que las ballenas ingieren grandes cantidades de microplásticos mientras nadan a través del océano, los investigadores han averiguado que no es así. El 99% de los microplásticos han acaban dentro del cuerpo de las ballenas porque ya estaban dentro de su presa. "Eso es preocupante para nosotros", dijo Kahane-Rapport, porque los humanos comemos esta presa."También comemos anchoas y sardinas", ha asegurado. Y ha añadido que "el krill es la base de la red trófica". En este sentido, cabe subrayar que investigaciones anteriores han demostrado que si el krill se encontrara en un depósito con microplástico, las ballenas se lo comerían.

Ahora que los investigadores saben cuanto microplástico están consumiendo las ballenas, ahora pretenden determinar cuánto mal podría estar haciendo la ingesta de microplásticos a las ballenas. "La dosis define el veneno", ha afirmado Kahane-Rapport.